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Uno de los delincuentes ofreció resistencia armada y fue abatido, mientras que los otros siete miembros del grupo terrorista fueron detenidos.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) de Rusia ha comunicado este lunes que frustró “una serie de crímenes de carácter terrorista” en el territorio de la república rusa de Ingushetia, ubicada en el Cáucaso Norte.
Los operativos se llevaron a cabo en las ciudades de Magás y Nazrán, donde ocho residentes locales —ciudadanos rusos— “preparaban sabotajes contra las instalaciones de la infraestructura energética de la región y ataques a los agentes del orden”, detallaron desde el organismo.
“Durante la detención, uno de los delincuentes ofreció resistencia armada y recibió heridas incompatibles con la vida; los demás fueron detenidos”, agregó.
En los domicilios de los individuos, así como en varios escondites que ellos habían organizado, los agentes del FSB encontraron un artefacto explosivo improvisado con una capacidad equivalente a unos 10 kilogramos de trinitrotolueno (TNT), un lanzagranadas, cinco fusiles, nueve pistolas, 11 granadas con espoletas y más de 8.500 cartuchos de diversos calibres.
Además, los delincuentes tenían a su disposición varios medios de almacenamiento electrónico y medios de comunicación que contenían instrucciones sobre la realización de operaciones de combate y sobre el montaje de los artefactos explosivos e incendiarios.
En este sentido, el Departamento de Investigación del FSB en la república de Ingushetia ha abierto un caso penal en virtud de los artículos del Código Penal de Rusia relacionados con la preparación para el sabotaje, tráfico ilegal de armas de fuego y la fabricación ilegal de artefactos explosivos. Los operativos de búsqueda y las investigaciones correspondientes siguen en marcha.
