Desde el Kremlin advierten que estas acciones alejan las posibilidades de una solución pacífica del conflicto.
Una veintena de países aliados de Ucrania, en su mayoría europeos, cerraron filas en torno al gobierno de Kiev y su presidente Volodímir Zelensky, durante una reunión de alto nivel celebrada el fin de semana en Londres, Reino Unido. Los asistentes acordaron mantener la ayuda militar e incrementar la presión económica sobre Rusia. Desde Moscú advierten que estas acciones laceran los esfuerzos para lograr una solución pacífica del conflicto.
Las promesas de financiación de Europa a Ucrania incluyen un acuerdo de misiles de defensa aérea por 2000 millones de dólares. Esta cifra se suma a un préstamo por valor de unos 3000 millones de dólares que serán financiados con activos rusos congelados en Reino Unido.
La reunión celebrada en Londres centró su agenda en cómo Europa planea respaldar a Ucrania, en medio de las tensiones entre Washington y Kiev, tras la bochornosa escena protagonizada el viernes en la Casa Blanca por el presidente ucraniano y su homólogo estadounidense Donald Trump.
Los gobiernos de Reino Unido y Francia han afirmado estar preparados para desplegar tropas en Ucrania para ayudar a preservar cualquier tregua. Desde Rusia advierten que el establecimiento de unas denominadas fuerzas de paz en territorio ucraniano constituye una incitación a continuar la guerra.
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