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El 15 de enero de 2022 se produjo el primer derramamiento en el mundo de crudo de tipo Buzios, es decir, que fueron expulsados al litoral peruano nueve metales pesados.
A tres años del derrame de petróleo de la multinacional Repsol en el mar de Ventanilla, provincia del Callao (Perú), el 60 % del crudo no se recuperó y aún permanece en el ecosistema, convirtiéndose en un “foco de contaminación” persistente.
Así se desprende del informe ‘¿Repsol limpió el desastre? Situación actual y retos pendientes para la recuperación de la vida marina a tres años del derrame de petróleo’, publicado el martes por las organizaciones CooperAcción Perú y Oxfam.
Con base en los planes de rehabilitación presentados por Repsol, que han sido rechazados por el Ministerio de Energía y Minas, el documento expone que “los efectos han sido devastadores para los ecosistemas marinos y la biodiversidad existentes en las zonas afectadas”.
“La recuperación natural de las zonas afectadas viene siendo muy lenta y durará años (se estima que serán entre 5 a 23 años, aunque para casos de algunas especies de crustáceos puede ser mucho más)”, alerta. Además, “no se han caracterizado de manera completa los ecosistemas y la biodiversidad”, al punto de que en el monitoreo planteado han excluido a “varias especies de importancia”, advierte.
Entre las conclusiones del documento se señala que “la empresa no propone acciones directas para promover la recuperación del ecosistema y el repoblamiento de las especies”. Sumado a esto, denuncia que solo se dieron “pequeños apoyos económicos” a los vecinos que perdieron su trabajo.
Un “mal trabajo”
Luis Díaz, representante de pescadores artesanales, aseguró este lunes que los afectados no han sido indemnizados en su totalidad por unas irregularidades en los empadronamientos.
“Después de ocurrido el desastre, el Gobierno trató de empadronarlas y la verdad es que hubo un mal trabajo. Producto de ello, se encontraron muchos afectados no reconocidos dentro de una lista y, por ende, no indemnizados”, contó al medio local RPP.
A #3Años del #DerrameDeRepsol, pescadores artesanales afectados por el petróleo, de Aucallama, Chancay, Ancón, Ventanilla y Santa Rosa, realizan un plantón en la refinería La Pampilla, para reclamar por la remediación y recuperación del mar donde antes trabajaban. pic.twitter.com/CAHvCm4urF
— CooperAccion (@CooperAccionPER) January 15, 2025
Entrevistado en el programa ‘La Rotativa del Aire’, Díaz aseveró que “la corrupción ha sido grande” en este caso. “Ha habido malos contratos, malas negociaciones y en el tema ambiental hasta el día de hoy no rehabilitan el mar, no presentan su plan de rehabilitación, no lo aplican y el Gobierno no hace nada“, deploró.
El mayor desastre ambiental
En estos tres años se han realizado diversas manifestaciones y este miércoles decenas de pescadores artesanales encabezaron un plantón en la refinería La Pampilla, subsidiaria de Repsol, para reclamar por la remediación y recuperación del mar donde laboraban.
El derrame de hidrocarburos, considerado el de mayor volumen en la historia del Perú, ocurrió el 15 de enero de 2022, cuando unos 12.000 barriles de crudo de La Pampilla cayeron al agua. Ante la lenta reacción de las autoridades, se expandió del litoral a varios distritos.
Fue el primer derramamiento en el mundo de crudo de tipo Buzios que contiene nueve metales pesados: cadmio, calcio, cobre, hierro, níquel, plomo, silicio, sodio y vanadio. En respuesta, en enero de 2024 una asociación sin fines de lucro de Países Bajos demandó a Repsol ante La Haya.