El Congreso de Guatemala eligió en su totalidad a más de 150 magistrados de la Corte Suprema de Justicia y salas de apelaciones en medio pactos oscuros.
Como lo establece la constitución, los diputados del Congreso de la República eligieron a los 156 magistrados titulares y a los magistrados suplentes de salas de apelaciones, además de los 13 magistrados titulares y 13 suplentes de la Corte Suprema de Justicia, quedando de esa manera electas las nuevas autoridades del Organismo Judicial para los próximos cinco años, en un acto solemne el presidente interino se dirigió al pueblo de Guatemala.
A pesar del discurso del presidente interino de la CSJ, diputados de oposición no son tan optimistas respecto a los cambios que prometen los nuevos magistrados, de hecho, aseguran que todo seguirá siendo igual.
Tan es así, que al final de un largo camino para llegar a elegir a las nuevas autoridades del Organismo Judicial, los resultados parecieran arreglados y que cada uno de los políticos y no políticos que participó en la elección influyó, de manera que sirvieron como representantes de poderes paralelos a quienes le interesa manipular la justicia, la pugna por elegir al presidente del poder judicial no llegó a acuerdos.
Quienes esperaban un cambio significativo se quedaron con un sabor agridulce, pues entraron varios personajes que defienden la corrupción y responden a intereses oscuros.
Los más perjudicados de un sistema de justicia corrupto y controlado por poderes paralelos siguen siendo los mismos que han sido excluidos de las decisiones de estado por siglos, los pobres y los pueblos originarios, quienes a pesar de exigir acceso a la justicia está siempre se les ha negado.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
kmd/rba
