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Durante la sesión también fue aprobada la iniciativa sobre la boleta única para las elecciones.
En una extensa sesión que se prolongó desde el mediodía de este jueves hasta la madrugada del viernes, el Senado argentino convirtió en ley el proyecto de Financiamiento Universitario que el presidente Javier Milei ya dijo que lo va a vetar por romper el equilibrio fiscal.
La norma impulsada por la Unión Cívica Radical, que recibió 57 votos a favor, 10 en contra y una abstención, busca garantizar la protección del financiamiento de las universidades nacionales a través de la actualización permanente de sus presupuestos. Estos montos deben ser recalculados de manera bimestral entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de este año en base al índice oficial de inflación.
Además, brinda una mejora salarial a los docentes y al personal no docente, también en relación con la inflación. La actualización debe ser desde el 1 de diciembre del año pasado hasta el mes de sanción de la ley. Este mecanismo de actualización deja de tener vigencia en caso de que haya acuerdo para definir los incrementos en la negociación entre los trabajadores y las autoridades universitarias.
Según detalló la Oficina de Presupuesto del Congreso, el incremento de los recursos para las universidades, incluyendo la cuestión salarial, provocará un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que equivale a 0,14 % del Producto Interno Bruto.
Con la aprobación del Senado, el proyecto fue convertido en ley, ya que también había sido votado de manera favorable en la Cámara de Diputados.
Promesa de veto
Tal como ocurrió con la ley que modificaba la fórmula de actualización jubilatoria, Milei ya había anunciado su intención de vetar la iniciativa que da más presupuesto a las instituciones de educación superior. Muestra de esto fueron sus declaraciones al participar el 5 de septiembre en Buenos Aires en el Foro Madrid, que agrupa a políticos de ultraderecha y que lidera Santiago Abascal, líder del partido español Vox.
En ese acto volvió a llamar “degenerados fiscales” a quienes buscan “romper y destrozar a la sociedad”. “No se confundan, a ellos les importa un pepino los jubilados y la educación pública. Solo les interesan sus negocios con la política y la casta política”, sostuvo y agregó: “Los degenerados fiscales están dispuestos a quebrar al Estado y que 10 millones de argentinos más caigan en la pobreza y la miseria, con tal de sumar unos puntitos con discursos lindos en el recinto”.
En el mismo sentido se había expresado en agosto el vocero presidencial, Manuel Adorni:”El presidente dijo que todo lo que tenga intención de destruir el equilibrio de las cuentas públicas, se usarán todas las herramientas para evitarlo”.
En respuesta, el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti, advirtió que si se confirma el veto “seguramente cuando el Congreso esté sesionando” va a estar “la sociedad movilizada”. “La sociedad está defendiendo la única herramienta que le queda de ascenso social, la única que tiene para que el código postal no sea el que decida su destino, sino que sea a través del mérito”, expresó.
Cambio electoral
La misma jornada, el primer proyecto que se trató en el Senado fue el de la implementación de la Boleta Única de Papel para las elecciones nacionales, impulsada por el Gobierno, que recibió 39 votos a favor y 30 en contra.
Esa iniciativa ya había sido aprobada por Diputados, pero como tuvo cambios, volverá a la cámara baja para su sanción definitiva. En caso de lograrlo, empezará a aplicarse en las elecciones legislativas del año próximo.