El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, critica la ineficacia de la ONU para detener las agresiones de Israel en Asia Occidental, como en Gaza y El Líbano.
En una publicación en su cuenta de la plataforma X, el mandatario cubano denunció la agresión aérea israelí del viernes contra suburbios de Beirut, capital libanesa, que dejó al menos 50 muertos, entre ellos varios niños.
El bombardeo se sumó a un ciberataque masivo y mortal llevado a cabo por el régimen de Israel en El Líbano. Entre el martes y miércoles, la detonación de miles de dispositivos de comunicación segó la vida de al menos 37 personas, entre ellas dos niños, y dejó unos 3000 heridos.
“¿Cuánta más muerte debe sembrar a su alrededor Israel, Estado terrorista apadrinado por Estados Unidos, para que la comunidad internacional sancione y detenga sus crímenes?”, preguntó Díaz-Canel.
¿Cuánta más muerte debe sembrar a su alrededor #Israel, estado terrorista, apadrinado por #EstadosUnidos, para que la comunidad internacional sancione y detenga sus crímenes? El silencio es complicidad. “¿Para qué sirven las Naciones Unidas?” pic.twitter.com/XNg1a9QARA
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) September 22, 2024
Censuró a los Estados e instituciones internacionales que guardan mutismo ante los crímenes que ha estado perpetrando Israel desde hace casi un año en la Franja de Gaza y El Líbano, entre otros países en la región. “El silencio es complicidad. ¿Para qué sirven las Naciones Unidas?”, espetó.
El sábado, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, por su parte, condenó en los términos más enérgicos el bombardeo israelí del sur de Beirut y advirtió de que “ese acto repudiable pone en riesgo paz y seguridad de región, ya de por sí convulsa por genocidio israelí contra el pueblo palestino”.
En la Franja de Gaza, donde Israel inició una campaña de agresiones brutales en octubre pasado, también han sido asesinados al menos 41 300 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
EE.UU. y algunos otros países occidentales han apoyado el genocidio en Gaza y la máquina de guerra israelí en toda Asia Occidental con su incesante apoyo político, financiero y militar al régimen ocupante, y han bloqueado cualquier esfuerzo de la comunidad internacional para detener las agresiones israelíes usando las capacidades de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y otras instituciones internacionales.
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