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El miércoles, por primera vez en la historia, una moción en el Parlamento alemán obtuvo la mayoría con la ayuda del partido político de extrema derecha AfD.
Un nuevo escándalo político estalló en Alemania después de que, por primera vez en la historia, una moción en el Bundestag (Parlamento alemán) obtuviera el miércoles la mayoría con la ayuda del partido político Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en inglés).
A la luz de dicho precedente, este bloque político podría convertirse en el segundo en el Parlamento, por lo que algunos partidos tradicionales intentan tomar prestadas algunas de sus ideas para atraer al electorado, opina el politólogo y periodista ruso Georgui Bovt en un artículo publicado este jueves en el portal BFM.RU.
“Violación del tabú táctico” y pragmatismo
A pesar de que el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, anteriormente declaró que nunca entraría en una alianza con AfD, el político recurrió precisamente a su ayuda y la del Partido Democrático Libre de Alemania (FDP) después de que el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes rechazaran apoyar un plan para endurecer la política migratoria.
No obstante, justo tras la votación, el propio líder de la CDU ofreció al SPD y a Los Verdes nuevas negociaciones, porque, según dijo, no buscaba “más mayorías que las del centro democrático” del Parlamento. “Si hoy ha habido aquí una mayoría así, lo lamento“, aclaró entonces.
Según Bovt, “la cooperación de la CDU con AfD para endurecer la legislación migratoria fue una escandalosa violación del tabú táctico de la política alemana de las últimas décadas, que era no formar alianzas con esos radicales”. Por otro lado, esclarece el politólogo, desde el punto de vista de la gerencia política, Merz actúa de manera muy pragmática, ya que la sociedad alemana cada día reevalúa más el problema de inmigración.
El sentimiento antimigración consolida fuerza y es precisamente en lo que se basa AfD: de acuerdo a sondeos, el 20 % de los encuestados está dispuesto a votar a favor de este partido, mientras que el 30 % daría su voto al CDU/CSU y el 16 % al SPD.
¿Cambiaría el equilibrio de poder?
A pesar de que AfD podría convertirse en la segunda mayor fuerza en el Parlamento alemán por primera vez en la historia, esto no significa que, después de las próximas elecciones generales, la alianza CDU/CSU vaya a formar una gran coalición de gobierno con ese partido, precisa Bovt. Al mismo tiempo, añade que la alianza igual tendrá que formar un bloque con alguien y, aunque el propio Merz se negaba a colaborar con AfD, “el calor de la campaña electoral” podría mezclar las fichas.
En paralelo, el experto insiste en el hecho de que uno de los principales partidos de Alemania tuviera que aliarse con “los que han sido marginados durante años”, algo que desde AfD describieron como una victoria.
Así, el partido celebró el resultado de la votación a favor de una política más estricta. El primer secretario parlamentario del grupo en el Bundestag, Bernd Baumann, calificó este día de “un momento histórico” y habló de un “contramovimiento en contra de la corriente dominante verde-izquierda” en todos los países occidentales, que ahora ha llegado a Alemania.
En este sentido, también se dirigió al líder de la CDU y continuó: “Señor Merz, usted ayudó a que esto ocurriera y ahora está aquí de pie con las rodillas temblorosas y temblequeando y pidiendo disculpas. […] Una nueva era está empezando aquí y ahora”, concluyó el político.
- La cuestión migratoria es uno de los temas clave de la campaña para las elecciones generales, previstas para el 23 de febrero, y faltan aún tres semanas.
