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“Nadie quiere ver esto y ningún estadounidense puede estar contento con ello”, escribió el presidente electo, criticando a la Administración demócrata por decretar un duelo demasiado largo tras la muerte de Jimmy Carter.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, se quejó el viernes de que para el día de su investidura las banderas estadounidenses sigan a media asta en honor al fallecido 39.º presidente, Jimmy Carter.
El mandatario saliente, Joe Biden, ordenó que las banderas se bajaran a media asta durante 30 días a partir del 29 de diciembre, día de la muerte de Carter, es decir, todavía estarán en posición de duelo el 20 de enero. Trump tiene programado asistir al servicio conmemorativo de Carter en Washington el 9 de enero, pero escribió en Truth Social que está en desacuerdo con las banderas de luto durante su ceremonia de juramento.
“Los demócratas están todos ’emocionados’ por la posibilidad de que nuestra magnífica bandera estadounidense esté a media asta durante mi investidura”, valoró el mandatario electo, y criticó: “Creen que es genial y están muy contentos porque, en realidad, no aman a nuestro país, solo piensan en sí mismos“.
Debido a la muerte del presidente Jimmy Carter, la bandera “podría, por primera vez en la historia, ondear a media asta durante la toma de posesión de un futuro presidente”, lamentó Trump. “Nadie quiere ver esto y ningún estadounidense puede estar contento con ello”, aseguró el político republicano, agregando que espera ver cómo se desarrolla esto.
No obstante, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que la Casa Blanca no planea reconsiderar la decisión.
En un discurso de homenaje, Biden caracterizó al 39.º presidente de EE.UU. como un “líder, estadista y humanitario extraordinario”, que “con su compasión y claridad moral, trabajó para erradicar enfermedades, forjar la paz, promover los derechos civiles y humanos”. Trump también admitió, hablando del difunto exmandatario, que el país norteamericano tiene una “deuda de gratitud con él”.