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Ya durante la campaña presidencial, el republicano prometió lanzar el mayor programa de expulsión en la historia del país.
Donald Trump planea estrenar su segundo mandato presidencial en la Casa Blanca con una operación a gran escala contra los migrantes que se encuentran en Estados Unidos de forma ilegal, reporta The Wall Street Journal.
La primera redada se desarrollará a partir del próximo martes, un día después de la toma de posesión del presidente electo, en Chicago, donde serán desplegados entre 100 y 200 agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU., comentaron al periódico cuatro fuentes al tanto de estos planes.
El equipo de Trump centrará su plan de deportación principalmente en indocumentados con antecedentes penales, muchos de los cuales cometieron delitos como infracciones de tráfico, no lo suficientemente graves como para que la Administración de Biden decidiera perseguirlos. Sin embargo, si durante las redadas contra migrantes ilegales se encuentran otros indocumentados, también serán detenidos, advierten las fuentes del medio.
La estrategia marca un cambio respecto a la política anterior de Washington, que se enfocaba en los crímenes más graves, y supone la puesta en marcha del ambicioso plan de expulsiones masivas que Trump prometió durante su campaña electoral, vaticinando “el mayor programa de deportaciones en la historia” del país.
Chicago ha sido seleccionada como el primer escenario de esta operación debido a su gran número de migrantes y por tratarse de la así llamada ‘ciudad santuario’, que limita la cooperación con las autoridades federales de inmigración. La elección también viene motivada por el conflicto entre el equipo de Trump y el alcalde demócrata de la urbe, Brandon Johnson.
En la mira de la próxima Administración de la Casa Blanca también figuran otras grandes ciudades con gran número de migrantes, como Nueva York, Los Ángeles, Denver y Miami, mientras se planifican más redadas.
Entretanto, en el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas aguardan el inicio de las operaciones contra indocumentados. John Fabbricatore, exdirector de la oficina de la agencia federal en Denver, comentó a New York Post que ese tipo de redadas terminaron bajo el mandato de Biden y ahora “hombres y mujeres del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas no ven la hora de volver a poder hacer su trabajo”.
