Un diálogo entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia saca ampollas a la Unión Europea que exige su participación en las negociaciones sobre la paz en Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el miércoles haber acordado con su homólogo ruso, Vladimir Putin, entablar negociaciones “inmediatas” para poner fin a casi tres años de guerra en Ucrania.
La noticia provocó la inmediata reacción de altas autoridades de la Unión Europea (UE) que advirtieron este jueves de que fracasará cualquier acuerdo para parar la guerra en Ucrania que se haga a espaldas de los europeos y los ucranianos.
Kaja Kallas, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, criticó la medida estadounidense como un acto de apaciguamiento y se preguntó por qué se estaban haciendo concesiones antes del comienzo de las conversaciones.
“No deberíamos retirar nada de la mesa antes de que las negociaciones hayan comenzado. Está claro que cualquier acuerdo a nuestras espaldas no funcionará. Necesitamos a los europeos, necesitamos a los ucranianos”, afirmó Kallas el jueves.
Por su parte, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, expresó su preocupación por las concesiones tempranas de Estados Unidos a Rusia. Igualmente, su pares francés y lituano advirtieron contra un acuerdo impulsado por la debilidad, insistiendo en que Europa debería desempeñar un papel clave en la configuración de cualquier acuerdo.
A pesar de las esperanzas europeas de influir en la política estadounidense a través de reuniones en Bruselas y Múnich, la administración Trump avanzó unilateralmente.
En tal sentido, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, causó conmoción en Europa cuando dijo que no era realista que Ucrania recuperara sus fronteras anteriores a 2014 y que la membresía en la OTAN solicitada desesperadamente por Kiev estaba fuera de discusión.
Poco después de los comentarios de Hegseth, Trump afirmó que había tenido una “llamada telefónica muy productiva” con Putin, seguida de una reunión informativa con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
En respuesta, los ministros de Asuntos Exteriores de las principales potencias europeas, como Reino Unido, Francia y Alemania, emitieron una declaración conjunta insistiendo en su participación en cualquier negociación de paz futura.
Citando una fuente diplomática europea anónima, la agencia británica Reuters informó que los ministros europeos acordaron entablar un “diálogo franco y exigente” con funcionarios estadounidenses en la Conferencia de Seguridad anual de Múnich, una reunión de tres días que comienza en la ciudad del sur de Alemania este viernes.
Sin embargo, no todos los líderes europeos criticaron la decisión de Washington. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aliado de Trump, desestimó las quejas y sostuvo que hay que ganarse un lugar en la mesa.
“No se puede pedir un asiento en la mesa de negociaciones. ¡Hay que ganárselo!”, afirmó Orbán en las redes sociales.
Rusia lanzó su operación militar especial en Ucrania en febrero de 2022 en parte para evitar la expansión de la OTAN hacia el este después de advertir que la alianza militar liderada por Estados Unidos estaba siguiendo una “línea agresiva” contra Moscú.
Desde entonces, Washington y sus aliados occidentales han inundado Ucrania con un enorme volumen de armas y municiones occidentales, a pesar de los llamados de Moscú de que la medida solo prolongaría el conflicto.
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