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Unas 600 personas denunciaron que los sacerdotes de la diócesis abusaron sexualmente de ellos cuando eran niños.
La diócesis católica de Rockville Centre, en Long Island, Nueva York, ha anunciado este jueves que ha llegado a un acuerdo para declararse en quiebra, lo que le permitirá pagar más de 323 millones de dólares a víctimas que sufrieron abusos sexuales cuando eran niños de parte de sus clérigos.
La suma procederá de las contribuciones de aseguradoras, los activos de la diócesis y los ingresos de la venta de sus propiedades, así como de las contribuciones de parroquias y otras entidades relacionadas. La diócesis, las parroquias y otras entidades contribuirán con un total de 234.800 millones de dólares, mientras que las aseguradoras aportarán unos 85 millones.
“El objetivo de la diócesis siempre ha sido la compensación equitativa de los supervivientes de abusos al mismo tiempo que permitir que la Iglesia continúe con su misión esencial. Creemos que este plan alcanzará estos objetivos”, declaró la diócesis en un comunicado.
Richard Tollner, uno de los 600 sobrevivientes de abuso sexual infantil, calificó el anuncio como una “primera victoria” que se tardó mucho en lograr. Hace casi 50 años, en enero de 1975, siendo adolescente fue abusado en el seminario preparatorio St. Pius X de la localidad de Uniondale. Las agresiones sexuales continuaron durante varios años y pese a que lo denunció en tres ocasiones, “no se hizo nada a nivel del seminario”, comentó al canal local News 12.
Las víctimas de abusos aún tienen que votar y aprobar el acuerdo propuesto por la diócesis. Se desconoce cuánto tiempo durará este proceso, después de que ya rechazaran un acuerdo preliminar previo que contemplaba pagos de 200 millones de dólares. En todo caso, el abogado Adam Slater, que representa a un centenar de víctimas, describió la última propuesta como “el acuerdo diocesano más grande en la historia del estado de Nueva York”.