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La víctima estuvo encerrada en un espacio de tres metros de largo por tres de ancho con las ventanas tapiadas.
La Fiscalía de Polonia está investigando un caso de abuso físico y mental contra una mujer de 30 años perpetrado “con especial crueldad”, informan medios locales. La víctima estuvo retenida en un granero de piedra, fue golpeada, violada e intimidada durante más de cuatro años por el sospechoso, identificado como Mateusz J., de 35 años.
El caso, que se dio a conocer a finales de agosto, ha sumido en ‘shock’ a los vecinos del pueblo de Gaiki, en el sudoeste de Polonia. Algunas de estas personas que viven al lado del granero en cuestión aseguran que nunca oyeron nada, aunque notaban un comportamiento extraño en el sospechoso, como sus hábitos nocturnos y su práctica de cavar hoyos.
Los padres de Mateusz tampoco sospecharon durante todo este tiempo lo que sucedía. La madre incluso aseguró que su hijo “era enemigo del alcohol”. Tras detener al sospechoso, los oficiales llegaron a la vivienda para requisar su teléfono móvil y descubrieron las condiciones en las que mantuvo a su víctima.
El espacio en el que permanecía retenida la mujer mide unos tres metros de largo por tres de ancho, con dos pequeñas ventanas tapiadas por dentro. Según los fiscales, el detenido la privó de luz solar; le limitaba el acceso al agua, los alimentos y productos de higiene; la golpeaba con los puños, con una manguera, una tabla y una lámpara; la pateaba, asfixiaba, torcía los brazos, insultaba, amenazaba de muerte y mantenía relaciones sexuales violentas.
Finalmente, el propio sospechoso la llevó a un hospital con una herida en un hombro y fue allí donde ella se atrevió a pedir ayuda. Los cargos presentados suponen una condena de 5 a 25 años de prisión. Sin embargo, el acusado no asumió su culpabilidad.
