Publicado:
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, adelantó que solicitará al pleno declarar ‘persona non grata’ al asesor.
La Cancillería de Venezuela convocó este miércoles al encargado de negocios de Brasil en Caracas, Flávio Macieira, para expresarle el “más firme rechazo” a las declaraciones “injerencistas y groseras” de los voceros de Brasilia, entre ellos, el asesor especial de Asuntos Exteriores Celso Amorim.
Del mismo modo, Caracas llamó a consultas “de manera inmediata” al embajador de Venezuela en Brasilia, Manuel Vadell.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores consideró que Amorim se comporta “como un mensajero del imperialismo norteamericano“, al emitir “juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos y a sus instituciones democráticas”, con referencia a los dichos del asesor sobre los comicios presidenciales de julio pasado, en los que resultó reelecto Nicolás Maduro.
Para Caracas, las afirmaciones que hizo el funcionario brasileño ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de su país, donde aseguró que el “principio de transparencia no fue respetado” en el proceso comicial venezolano, son parte de “una agresión constante, que mina las relaciones políticas y diplomáticas entre los Estados”.
La convocatoria a Macieira se hace el mismo día en que el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Jorge Rodríguez, anunció que el Parlamento podría declarar ‘persona non grata’ al asesor del mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El veto de Brasil
Por otro lado, la Cancillería venezolana tachó de “actitud antilatinoamericana”, que se opone a los principios fundamentales de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el “veto aplicado por Brasil en la Cumbre BRICS en Kazán, con el cual se excluyó a Venezuela de la lista de invitados a miembros asociados de dicha organización”.
En el escrito, Caracas aseveró que hubo un “comportamiento irracional” por parte de los diplomáticos brasileños, al no plegarse a la postura del resto de los miembros de los BRICS que avalaban el ingreso de Venezuela a ese mecanismo.
“Asumieron una política de bloqueo similar a la política de medidas coercitivas unilaterales y de castigo colectivo a todo el pueblo venezolano”, dice el documento.
Ante estas tensiones, el país caribeño “se reserva, en el marco de su política exterior, las acciones necesarias en respuesta a dicha actitud”.
