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Gracias a este ataque los comandos de asalto pudieron tomar el control de posiciones ocupadas por las fuerzas de Kiev en la región de Kursk.
Un ataque exitoso con los sistemas de lanzacohetes múltiples TOS-1A Solntsepiok permitió a los comandos de asalto rusos, compuestos por paracaidistas, ocupar posiciones del Ejército ucraniano en una zona fronteriza de la región de Kursk, comunicó el Ministerio de Defensa ruso.
Las municiones con carga termobárica de los sistemas de lanzallamas pesados anulan cualquier posibilidad de sobrevivencia de los enemigos.
La mortífera nube de aerosol incendiario que se vierte sobre la zona de ataque explota de inmediato y penetra en cualquier orificio, generando temperaturas de hasta 2.000 ºC y sobrepresión por la combustión súbita del oxígeno.
La mayoría de las veces las tripulaciones de los TOS-1A Solntsepiok operan en la noche, lo que crea el efecto de ataque sorpresa. El reglaje del tiro se realiza con ayuda de drones, que transmiten los resultados al puesto de mando en tiempo real.
