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Las autoridades habilitan albergues temporales para los desplazados y aumentan las capacidades para recibir los cuerpos de las víctimas del sangriento conflicto entre ELN y disidencias de las FARC.
El Ejército de Colombia anuncia el inicio de operaciones ofensivas en la región de Catatumbo debido a los actos violentos continuos perpetrados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según fuentes oficiales, las tropas colombianas utilizan artillería pesada y aviación militar. Además, están controlando los corredores de movilidad de población civil en Catatumbo. Mientras tanto, la cantidad de familias desplazadas es cada vez más grande. La mayoría de ellas se concentra en la ciudad de Cúcuta, que fue visitada por RT.
Escasez de alojamientos
La crisis humanitaria en Catatumbo sigue creciendo y desbordando las capacidades institucionales. En Cúcuta, la ciudad fronteriza con Venezuela y principal destino de los desplazados, el éxodo masivo recuerda episodios anteriores de violencia durante la época de los paramilitares. Aunque las autoridades han hecho esfuerzos para brindar ayuda, las capacidades locales están al límite. Inicialmente, se ofrecieron estadías en hoteles, pero estos ya llegaron a su máxima capacidad, obligando a habilitar albergues temporales con carpas.
“Nadie ha dormido en la calle, nadie ha tenido la necesidad de pasar la noche en un parque. Esto es bueno tanto para ellos como para la ciudad de Cúcuta, pero llegar ya a 15.000 desborda cualquier capacidad hotelera, ya no hay habitaciones, ya nos toca, necesaria y definitivamente, crear albergues“, aseveró Jorge Acevedo, alcalde de Cúcuta.
Falta de capacidad en la morgue
El otro desafío crítico para la ciudad resultó ser la recepción de los cuerpos de las víctimas de este sangriento conflicto. La morgue de Cúcuta, que tenía capacidad para 16 cadáveres, se vio obligada a ampliar su capacidad a 44. El secretario de Gobierno de Cúcuta, Miguel Castellano, explicó que trabajan junto con una funeraria que puede recibir 12 cuerpos y su cuarto frío, así como con el hospital Erasmus Medos, que puede conservar 16 cuerpos.
Esta ampliación fue posible gracias al entierro previo de varios cadáveres que permanecían en la morgue, lo que permitió liberar espacio para recibir a las víctimas de los recientes actos de violencia. “En el cuarto frío tenían cuerpos que habían fallecido por diferentes circunstancias y que ningún familiar había reclamado. Había 13 cuerpos en esa circunstancia, repito, llevaban tres años, dos años. Nosotros recibimos los cuerpos y realizamos la inhumación en el cementerio central de Cúcuta”, afirmó Castellano.
El flujo incesante de desplazados
Mientras tanto, los desplazados siguen llegando y muchos de ellos temen quedarse sin refugio o alimentos, pues los recursos de la ciudad escasean ante la creciente demanda.
Ligia Rincón, una de las tantas desplazadas espera que le entreguen ayuda para sobrevivir en una ciudad que no es la de ella. “En medio de esta guerra hay muchas personas que estamos sufriendo porque tenemos familias allá y […] en particular mi hija está embarazadita y pues el papá del niño no vino con nosotros”, contó.
La mujer les pide a los grupos armados terminar el conflicto y pensar en familias que, como la de ella, tienen que dejar todo lo que han construido. “Amor a la patria y pues es lo que queremos, que todo el mundo sienta ese amor a la patria, para que bajen la guardia los que están peleando y que piensen en las familias que estamos sufriendo por ellos. […] Lo que importa en este momento es la vida, no es quién gana el territorio ni quién se queda con lo bonito que tiene el Catatumbo“, destacó Rincón.
No obstante, miles de personas siguen llegando a ciudades receptoras como Cúcuta. Aquí esperan un poco de ayuda por parte del Estado, una ayuda que por ahora es limitada y por eso los gobiernos locales empiezan a pedirle ayuda al Gobierno nacional para hacerle frente a este conflicto que parece no tener una fecha de fin.