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Durante su campaña de reelección, el mandatario estadounidense sufrió dos atentados armados, uno de ellos le dejó una herida en la oreja.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, pidió este viernes al Servicio Secreto que le compartiera toda la información disponible sobre las dos personas que orquestaron ataques armados en su contra durante su campaña electoral el año pasado. El mandatario se refiere a Ryan Routh y Thomas Crooks, ambos acusados de intentar asesinarlo.
“Quiero saber sobre los dos asesinos. ¿Por qué uno tenía seis teléfonos móviles y el otro tenía aplicaciones [extranjeras]?”, expresó el mandatario a The New York Post. “Ya no me contengo más por culpa de Biden. Tengo derecho a saberlo. Y ya lo han ocultado durante bastante tiempo“, agregó, afirmando que ya “no hay excusas”.
El pasado mes de julio, durante un mitin en Butler, Pensilvania, un tirador disparó desde una distancia, rozándole a Trump una oreja, matando a una persona e hiriendo a dos otras. Crooks, un joven de 19 años, fue eliminado por agentes de seguridad. Posteriormente, investigadores del FBI encontraron cuentas de mensajería cifradas en su teléfono correspondientes a plataformas con sede en Bélgica, Nueva Zelanda y Alemania.
Casi 2 meses después, el Servicio Secreto arrestó a Routh, de 58 años, quien había estado escondido entre los arbustos, a unos 400 o 500 metros de Trump, cuando este jugaba al golf en un hoyo cercano en su club en West Palm Beach, Florida. Según la agencia, sus agentes comenzaron a disparar contra el presunto atacante, cuando uno de ellos detectó el cañón de un rifle que sobresalía de una valla en el campo de golf. Presuntamente, se encontraron seis teléfonos celulares en su automóvil.
Relacionado con “organizaciones terroristas”
Desde entonces, tanto Trump como su asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, han insistido en que se libere toda la información sobre ambos atacantes, acusando al Servicio Secreto de falta de transparencia durante la investigación.
Para Waltz, resulta bastante sospechoso que Crooks, siendo un adolescente que trabajaba como asistente de atención médica, tuviera cuentas de mensajería cifradas en plataformas extranjeras. Esto lo llevó a pensar que quizás estaba relacionado con “organizaciones terroristas” que operan fuera del alcance de EE.UU.
Por su parte, un portavoz del Servicio Secreto aseguró en septiembre del 2024 que habían “proporcionado al Senado múltiples informes, casi 2.500 páginas de documentos y más de 50 horas de entrevistas transcritas“, y tildó de “falsas” las afirmaciones sobre la falta de colaboración.
