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Tras el ataque ucraniano contra Kursk “no se puede hablar de conversaciones pacíficas con el régimen terrorista de Kiev”, dijo la portavoz de la Cancillería rusa.
Moscú considera la visita a Kiev del primer ministro de la India, Narendra Modi, “como un intento de realizar una aportación factible a una solución político-diplomática de la crisis ucraniana”, valoró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en respuesta a una pregunta del equipo de RT en Español durante una rueda de prensa.
La parte rusa está dispuesta a continuar el “diálogo con los amigos en la India sobre el tema de Ucrania”, que están al tanto de la postura de Moscú tras una serie de reuniones bilaterales, añadió.
Zajárova recordó que Rusia “nunca ha excluido que los objetivos de la operación militar especial se consigan mediante los métodos político-diplomáticos“. Mientras tanto, el régimen de Kiev, que Moscú califica de “delictivo y terrorista”, en vez de “sopesar las propuestas más generosas de la parte rusa”, perpetró “una incursión sanguinaria terrorista en la provincia de Kursk”, donde los combatientes y mercenarios “cometen atrocidades” disparando contra civiles, atacan la infraestructura civil y ponen en peligro las instalaciones de energía nuclear.
La portavoz destacó que estos crímenes cuentan con el visto bueno de “Occidente, que ensalza la actividad terrorista del régimen de Kiev”. En esta situación —adelantó— “no se puede hablar de ninguna conversación pacífica con el régimen terrorista de Kiev”. Moscú considera que “tanto Kiev como EE.UU. o sus satélites de la OTAN no necesitan un arreglo a esta situación” y solo “están interesados en infligir el mayor daño posible a Rusia”.
Esto aleja toda perspectiva de lograr un acuerdo y contribuye a la escalada del conflicto, agregó la representante diplomática. Además, surge la perspectiva de “expansión del terrorismo y su conversión en un movimiento terrorista internacional, cuyas fuentes brotan del suelo europeo”.
Zajárova dijo también que el régimen de Kiev está dispuesto a “apostar las vidas de ciudadanos de Rusia y Ucrania, así como a quemar el continente europeo en el fuego de un desastre tecnogénico para satisfacer su rusofobia pagada por Occidente”. Por otro lado, la Cancillería rusa espera que el trabajo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la central nuclear de Kursk sea objetivo, equilibrado y encaminado a los intereses de paz.
Narendra Modi mantuvo el 27 de agosto una conversación teléfonica con el presidente ruso, Vladímir Putin, pocos días después de su reunión con Vladímir Zelenski en Kiev. Según reseñó el líder indio, en la charla telefónica se abordaron los resultados de su visita oficial a Ucrania y la colaboración estratégica “especial y privilegiada” de Nueva Deli con Moscú.
