El año 2024 concluye en Bolivia con un descontento social por la crisis económica, protestas constantes y tensiones políticas, incluyendo intentos de golpe y magnicidio.
La escasez de dólares y la carencia de hidrocarburos siguen siendo factores que están ocasionando descontento social generalizado junto a marchas y bloqueos a nivel nacional.
Producto de ello, el gobierno enfrentó una situación conflictiva, y que pese al “gabinete social” y el “Diálogo por la economía” con el empresariado boliviano y sectores sociales; gremiales, y juntas vecinales en varias oportunidades mediante “cacerolazos” marcharon exigiendo al gobierno soluciones inmediatas a la situación económica.
En medio de estos escenarios, en horas de la tarde del miércoles 26 de junio, el ahora destituido Gral. Juan José Zúñiga, dentro de una tanqueta junto a militares, tomaron Plaza Murillo, ingresando luego a Palacio quemado en un intento de golpe de Estado contra el Presidente Luis Arce Catacora.
La violencia en esta gestión, también apuntó al expresidente Evo Morales, en un “intento de asesinato” el 27 de octubre, quien el 18 de noviembre presentó un documental y una conferencia.
Más allá de la difícil situación económica de Bolivia, el divorcio y las pugnas internas a nivel político entre el ala “evista” y “arcista”, siguen dividiendo a los movimientos sociales frente a los partidos tradicionales de derecha.
Y en el plano internacional, Bolivia junto a Sudáfrica secundó el caso de genocidio contra el pueblo palestino por el régimen israelí ante la Corte Internacional de Justicia, así mismo mediante marchas, protestas, y vigilias, los defensores de DD.HH., hoy continúan con la defensa y solidaridad con Palestina.
La difícil situación económica que enfrenta Bolivia; así como las pugnas internas dentro del MAS-IPSP de cara a las elecciones presidenciales del año 2025, han agravado la situación social que enfrentan los bolivianos, quienes se aprestan a recibir con fe y esperanza el nuevo año 2025.
Sdenka Saavedra, La Paz
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