Cristina Fernández defendió su legado político en un acto peronista, mientras achacó la humillación que sufre Argentina al comportamiento koala de Milei hacia Trump.
“No me van a hacer arrepentir de nada de lo que hice”, enfatizó el domingo Cristina Fernández de Kirchner, en respuesta a las críticas a su gestión durante su mandatario entre los años 2007 a 2015, en un acto llevado a cabo en la provincia de Santiago del Estero en el Día de la Militancia Peronista.
Además, criticó el modelo económico del actual Gobierno —el retorno a un modelo agroexportador obsoleto—, indicando que Milei ni siquiera quiere vender la Argentina, la quiere regalar.
“¿Esto nos quieren vender como exitoso? Ya lo vivimos”, aseveró. “A las materias primas hoy quieren agregarle gas, petróleo y minería. Todos sabemos que eso no genera trabajo”, agregó.
Fernández tildó de “koala” al presidente actual de Argentina, Javier Milei, aferrado al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump.
“¿Alguno se cree que el presidente electo de Estados Unidos se parece a este? Este parece un koala, payasesco, humillante. Los argentinos no nos merecemos estas humillaciones”, manifestó.
Fernández defendió el peronismo que siempre ha llegado “para sanar los desastres económicos que nos hacen en nombre del libre comercio y la libre empresa”.
También resaltó que, durante sus dos mandatos (2007-2015) y la de Néstor Kirchner (2003-2007), ellos volvieron a darles importancia a los trabajadores, que alcanzaron la “participación de más del 50 % del Producto Interno Bruto del país” y que recuperaron “el patrimonio nacional” y la jubilación estatal en desmedro de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). “Fuimos nosotros los que desendeudamos al país y le pagamos al FMI”, agregó.
Igualmente, aseveró que el castigo que me quieren imponer, al lado de otros que sufrieron quienes ya no están, quienes continúan desaparecidos, “el precio es bastante poco y estoy dispuesta a pagarlo”. “No me lo van a perdonar nunca, y la condena y la proscripción son el vuelto de esas decisiones. No me quejo”, subrayó.
El miércoles pasado, la Cámara Federal de Casación de Argentina ratificó la condena de seis años de prisión para Fernández de Kirchner por un supuesto por un delito de fraude. La exmandataria denunció la persecución política detrás de la sentencia.
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