Chile enfrenta un aumento de homicidios y otros delitos violentos; mientras surgen rechazos a las medidas represivas contra este fenómeno.
Comunidades organizadas y expertos rechazan las propuestas represivas para enfrentar este fenómeno en Chile, el cuarto país más seguro de Latinoamérica.
Muros vandalizados, microtráfico y delincuencia fueron reemplazados por murales coloridos y un teatro que se proyecta hacia la calle.
Es el teatro comunitario Novedades, ubicado en el Barrio Yungay, un sector histórico de Santiago que hoy está estigmatizado como peligroso por los medios de comunicación.
En efecto, las cifras dicen que la tasa de delincuencia no ha aumentado, como alertan los medios. Pero sí lo han hecho los delitos más violentos. Por ejemplo, en el primer trimestre los homicidios aumentaron en un 22% respecto al mismo periodo del año anterior.
Recientes crímenes violentos difundidos ampliamente por la televisión han impactado. Ante esto, surge la propuesta de algunas autoridades de un estado de emergencia constitucional que saque a los militares a la calle y permita restringir libertades, como la movilidad.
Es lo que estos vecinos hacen día a día de manera voluntaria y organizada, con cultura, teatro, actividades infantiles y cine.
Expertos han llamado a enfrentar los problemas de orden público aunando los principios democráticos y de efectividad, sin repetir recetas que la política comparada llama a desechar.
Desde estos territorios esperan acciones por parte del Estado que permitan resolver el problema de la delincuencia sin encerrar a las comunidades que han logrado recuperar los espacios públicos.
Beatriz Michell, Santiago de Chile.
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