En 1981 los familiares de detenidos desaparecidos organizados a nivel latinoamericano establecieron el 30 de agosto para luchar contra las desapariciones forzadas.
119 detenidos desaparecidos por la dictadura de Augusto Pinochet fueron hechos pasar como “muertos en enfrentamientos” en 1975. Entre ellos, el hermano de Roberto D’Orival. En Chile, se conmemoró este día protestando contra los montajes de ayer y hoy.
La dictadura armó este montaje para ocultar la verdad: los 119 habían desaparecido después de recibir brutales torturas. A 50 años, sus familiares siguen exigiendo verdad y justicia, y levantan las banderas de la memoria y la resistencia. Los crímenes de lesa humanidad se repiten en Chile y en el mundo, como en Palestina. Los montajes del pasado también.
Alrededor de 1200 personas fueron detenidas y hechas desaparecer por la dictadura. Hasta el día de hoy sus familiares siguen intentando encontrar verdad y justicia. Las huellas del terrorismo de Estado se mantienen en la sociedad chilena y en las prácticas estatales. Todavía falta para el Nunca Más.
Beatriz Michell, Santiago de Chile
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