El presidente de Venezuela advirtió de que el Comando Sur de EE.UU. está provocando a la región caribe a través de instalar bases militares.
“Le hago un llamado al Caribe, al Caricom (la Comunidad del Caribe), alerta, que ahí está el Comando Sur provocando a nuestra región y aquí está Venezuela presta, lista y bien plantada para defender sus derechos históricos”, advirtió el jueves el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su programa Maduro Live de Repente.
Al criticar la reunión del presidente de Guyana, Irfaan Ali, con el nuevo jefe del Comando Sur, Avin Holsey, el mandatario venezolano alertó sobre la presencia de Comando Sur y sus aventuras en la región para construir bases militares.
“Atención Caricom ahí está este aventurero allá en el Comando Sur y ahí está tratando de montar bases militares en nuestra Guayana Esequiba ¿quién es el provocador?, ¿quién es el violador?, ¿quién es el entreguista que se arrastra a los intereses militaristas del imperio norteamericano?, que cada quien saque sus propias conclusiones”, recalcó Maduro.
También, señaló que Guyana está bajo el control de la empresa petrolera estadounidense ExxonMobil y el presidente guyanés “no se mueve nada en Guyana si no tiene la orden de la ExxonMobil”. “Es muy vergonzoso para la dignidad de los pueblos del Caribe (…) creo que su historia de República Cooperativa la traicionó Irfaan, ahora será la colonia de la ExxonMobil de Guyana y actúa como colonia”, añadió.
El martes, Venezuela censuró la acción del Comando Sur de EE.UU. para la instalación de nuevas bases militares en el territorio de la Guayana Esequiba, disputado con Guyana.
Venezuela y Guyana mantienen un diferendo histórico de más de 100 años por ese espacio territorial de 160 mil kilómetros cuadrados y rico en minerales estratégicos y petróleo.
Caracas reclama la soberanía del Esequibo basándose en el Acuerdo de Ginebra de 17 de febrero de 1966, en el cual se detallan los pasos a seguir para la resolución de la controversia territorial que sostienen Venezuela y Guyana, que sostiene que el litigio lo debe dirimir la Corte Internacional de Justicia (CIJ) según el laudo emitido en 1899 por el Tribunal Arbitral de París.
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