Existen personajes vinculados al régimen genocida israelí, militares, policías, colonos sionistas paramilitares, que participan directamente en los crímenes cometidos contra miles y miles de palestinos.
Como es el caso del soldado israelí Saar Hirshoren (1) requerido internacionalmente por los crímenes cometidos contra el pueblo palestino y que ha sido descubierto en una localidad del sur de Chile. Sumemos a los dos hermanos chilenos Gabriel y Lior Salinas Diomi, quienes sirven en unidades militares sionistas en Gaza en pleno proceso de exterminio del pueblo palestino y que he denunciado en redes sociales (2).
Pero, existe un tipo de personajes más sibilino, que repta en terrenos pantanosos, presentándose como una especie de seres iluminados, que disimulan su ideología totalitaria, racista y hasta genocida, en lo que llaman la ciencia como un campo del saber impoluto. Científicos que suelen viajar por el mundo mostrando las supuestas bondades de un régimen que ha dedicado los 76 años de vida a ocupar, colonizar, usurpar territorios y exterminar al pueblo palestino. El científico y la persona, dos seres humanos, el mismo monstruo como aquel personaje del autor escocés Robert Louis Stevenson en el extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, significando un trastorno disociativo de la identidad. Un científico, una misma persona que tiene dos o más identidades con características únicas.
Acciones que, sólo desde el 7 de octubre de 2023 hasta la fecha, ha generado 46 mil asesinados 125 mil heridos, un gran porcentaje de ellos mutilados y se calcula al menos 15 mil personas que yacen bajo los escombros del 75% de una Gaza destruida hasta los cimientos: escuelas, universidades, hospitales, mezquitas, iglesias cristianas. Infraestructura arrasada en los distintos niveles: sanitaria, industrial, sanitaria, energética.
Pero fuera de esos miembros de la sociedad terrorista israelí, que suelen estar armados y su labor es precisamente matar, herir, destruir en forma directa a personas y bienes palestinos, existen otras personas cuya labor está encaminada a limpiar la imagen del régimen israelí o trabajar en áreas, aparentemente inocuas, como es el caso de académicos, científicos de las más diversas ramas y prominentes hombres de ciencia, que incluso han recibido algún premio Nobel en una rama científica, en que se suele decir “áreas que contribuyen al bienestar de nuestra humanidad”.
Uno de esos personajes, que suelen tener, en el imaginario social una impronta de honor, respeto y un aura de honorabilidad que poco menos lo hace intocable es un científico israelí que, en una gira internacional de limpieza de imagen de su entidad, llegó a Chile, para entrevistarse con autoridades universitarias y establecimientos de salud. Me refiero a Aaron Ciechanover, científico sionista nacido en Haifa, Palestina, el año 1947 en el seno de una familia polaca, quienes emigraron de su país para establecerse como colonos en tierras palestinas haciéndose parte, por ende, de la ocupación, Usurpación y colonización de Palestina.
Ciechanover obtuvo el premio Nobel de Química el año 2004 junto a otros investigadores sobre el papel de las células y el control en ciertos procesos de lo cual no tengo interés alguno den desarrollar pues mi opinión sobre este personaje no es sobre la ciencia, sino que su papel como activista en la limpieza de imagen de la entidad que extermina la población palestina. Si quiere saber que hizo este hombre para obtener el premio acuda a las redes sociales y allí podrá maravillarse del arte de birlibirloque científico y su idea, profundamente errada, que la ciencia no tiene que ver con la política o las decisiones que se toman y afectan a otros pueblos.
Este científico recibió el encargo de su gobierno, el régimen nacionalsionista israelí, de concretar un periplo que permitiera tratar de lavar en algo la imagen sangrienta de una sociedad que se alimenta de cuerpos y bebe la sangre de aquellos pueblos que ocupa y extermina.
Este científico estuvo en Chile y en una entrevista dada a un medio chileno afirmó ante una autopregunta, sin que el rostro tuviera algún rictus de vergüenza “¿sabes cómo ganamos la guerra? Con ciencia y tecnología” dejando claro que esa ciencia que ha practicado ha ido en apoyo del proceso de ocupación, colonización y exterminio que los sionistas, la mayoría de ellos europeos, colonos, que emigraron a tierras palestinas, es una ciencia utilitaria al poder racista, genocida que han practicado todos los gobiernos de esta entidad que llamaron Israel y nacida en mayo de 1948.
En un intríngulis verbal, Ciechanover dio a conocer al periodista su visión sobre el genocidio que lleva a cabo su régimen contra el pueblo palestino. Afirma este Sr. que las guerras en que se ha enfrascado Israel las ha ganado por la ciencia y la tecnología, pero, a la hora de hablar de lo que su sociedad ejecuta contra Palestina se afirma en esa despreciable idea que lo que dice es como persona, no como científico “ya que la ciencia habita en un espacio neutral alejado de la política”.
La permisividad del periodista de la revista chilena Que Pasa, que entrevistó a este Sr. Ciechanover permitió que, a lo largo de un monólogo más que una entrevista clásica, el científico auto escindido del ser humano dijera cuantas barbaridades quisiera, sin que en momento alguno se puntualizara o se objetara sus claras afirmaciones genocidas. Me detendré sólo en aquellos puntos donde el personaje de marras llama mi atención, más allá de las ideas de sentido común o frases de buena costumbre, de tal manera que si usted estimado lector quiere profundizar acuda al enlace que señalo a pie de página (3).
Ante la pregunta respecto al motivo de su visita Ciechanover señala que en esencia es para intercambiar conocimientos científicos con los cuerpos del saber existentes en distintos países, también para hablar de la “reciente guerra” en la zona de Asia occidental y “hablar con la comunidad judía de Chile sobre estos tiempos difíciles para Israel”. Es interesante dar cuenta que, en su respuesta, donde señala haber estado en la Clínica Alemana y la Universidad del Desarrollo, no hay mención alguna al pueblo palestino ni los verdaderos tiempos difíciles que enfrentan millones de seres humanos, agredidos mediante todo tipo de armas por el país del cual dice que desea mostrar “la cara buena, la cara real, no la falsa de Israel”.
Pero, qué cada buena podría mostrar de un proceso de ocupación, colonización y exterminio que lleva ya 76 años, qué cara buena podría mostrar de una sociedad responsable del genocidio de 186 mil palestinos de los cuales el 70% son mujeres y niños. Y utilizo como cifras el estudio de una revista que el Sr. Científico Ciechanover debe conocer como es la Revista Médica Británica The Lancet que señaló, el pasado mes de junio de 2024 esta espeluznante cifra (4). Esa es la verdadera cara israelí al cual representa este científico estilo Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
El científico sionista señala que trabajan en difíciles condiciones, incluso experimentando mucho las amenazas del trauma de la guerra. La verdad que resulta en extremo difícil creerle un ápice a este científico pues es imposible comparar las condiciones de relativa normalidad en la que trabaja en los territorios palestinos ocupados, con relación a la Franja de Gaza donde el 7% de sus hospitales han sido destruidos y más de 2 mil mujeres y hombres miembros de los cuerpos sanitarios han sido asesinados, por bombas, drones, fósforo blanco desarrollados por el trabajo científico de personajes como Cienachover.
No podía faltar la frase propia de la Hasbará (5) sionista respecto al antisemitismo (aunque los únicos semitas en el actual estado de agresión sean los palestinos) y que gobierno chileno, cuyo presidente ha sido muy crítico con el genocidio llevado a cabo por el gobierno del criminal Benjamín Netanyahu. Aaron Cienachover afirma “Somos un país pequeño, rodeado de grandes potencias como Irán, y ahora está colapsando. Hezbolá y Siria han caído…matar no es nuestro propósito” para ser un científico la mezcla de argumentos políticos, sociales, bélicos lo hace más bien un tipo de persona alejado de la ciencia pura, impoluta, aislada en una torre de marfil, para llevarlo al terreno del activista de un régimen neonazi.
Aaron Ciechanover es parte de esa Hasbará, del programa de relaciones públicas del régimen israelí, que es parte componente de la política de ocupación y de crímenes contra la población palestina. La Hasbará y su conducta de tergiversar los hechos, ocultar o disimular los crímenes o aplicar principios como el de transposición, exageración y desfiguración de lo que pasa en los territorios ocupados, el vulgarizar los mensajes o aplicar el perverso principio de la orquestación, que de tanto repetir una mentira acaba convirtiéndose en verdad es una conducta tan criminal como disparar a la cabeza de un niño palestino o bombardear un hospital.
Con relación a la universidad de Chile, cuyos estudiantes más cercanos a la causa palestina mostraron su solidaridad a pesar del boicot de la rectoría del centro de enseñanza superior chileno y las opiniones de algunos académicos que, desde su torre de marfil, señalaban que cualquier intento de romper las relaciones de la Universidad de Chile con Universidades sionistas era “cancelar el conocimiento” Idea compartida plenamente por la Rectora Rosa Devés, una firme partidaria de los regímenes de Ucrania e israelí.
Ciechanover reconoció que las movilizaciones en universidades del mundo afectan a Israel, pero…al mismo tiempo y en un palmoteo de espalda indigno señaló que efectivamente esos movimientos inquietaron, pero “en Chile, la Universidad de Chile demostró el ejemplo de lo que se debe hacer. Fuimos a ver a la Rectora Rosa Devés y nos recibió cálidamente. Porque entendió que la ciencia solo tiene un propósito y todo lo que representamos y hacemos es por el bien de las personas” Evidentemente ideas para el bronce, porque si algo hacen los centros de estudio sionistas es crear conocimiento para las guerras, para el complejo militar industrial, para la agresión, para asesinar con enorme eficacia.
Ciechanover, el que habla de ciencia separado de su condición de persona – cuestión claramente desquiciada – en cierta parte del monólogo se auto preguntó “¿Sabes cómo ganamos la guerra nosotros?: con ciencia y tecnología. Somos mucho mejor que nuestros vecinos, estamos generaciones más adelante que ellos” Claro está, con gran ayuda de un proceso de ocupación de tierras, robo de recursos, colonización y genocidio. Sumado al enorme apoyo militar, financiero y político de las potencias occidentales.
Un científico que en declaraciones alarmantes dadas en Israel sostuvo que su sociedad corría gran peligro frente a la enorme “fuga de cerebros” lo que explica en parte esa necesidad de los periplos por el mundo para tratar de dar una imagen de tranquilidad. “Hay una enorme ola de salidas del país”, dijo Ciechanover en un discurso pronunciado en agosto de 2024 domingo en una “Conferencia de Emergencia Nacional” en el kibutz Nir Oz. “La mayoría de los médicos de mayor antigüedad están abandonando los hospitales; las universidades están teniendo dificultades para contratar profesores en áreas críticas. Esta comunidad es “muy reducida”, añadió. Citando informes económicos, Ciechanover dijo que “tan pronto como 30.000 de estas personas se vayan, no tendremos país aquí” (6).
A mi parecer las palabras de Ciechanover muestran la real dimensión de su enajenamiento como ser humano al sostener respecto a que si los científicos debiesen entregar sus visiones sobre cómo la guerra influye en su quehacer “Los científicos son personas y ciudadanos de un país. En mi caso, por supuesto que tengo una opinión, pero mi opinión no tiene nada que ver con mi ciencia. Está bien tener una opinión, pero creo que la ciencia es neutral. La ciencia no sabe de política…las personas tienen opinión, pero la ciencia debe ser neutral, en cierto modo, respecto a la política”.
Las palabras de Ciechanover me trae al recuerdo las ideas nazis que vieron en la investigación una herramienta de primera línea para mejorar la eficacia de las armas, la mejor manera de matar y al mismo tiempo reducir las consecuencias negativas que trae consigo el exterminio masivo de seres humanos. Es así como los campos de concentración de Gaza y Cisjordania ha servido para que los científicos, esos seres alejados del concepto de persona – según la particular noción de Ciechanover – sirvan de terreno propicio para la experimentación en seres humanos considerados inferiores, subhumanos, animales como califica a los palestinos, la jerarquía política y militar israelí. Utilizados como sujetos de prueba en un plan de solución final.
Aaron Ciechanover deberá responder, junto a militares y políticos en un Tribunal Penal internacional y explicar de qué manera se ha exterminado a la población palestina, tanto en Gaza como Cisjordania y cuál fue el papel jugado por la casta científica sionista ya sea en el campo de las pruebas científicas, en el saber encaminado a favorecer la industria de armas, como servir también de vocero del plan de solución final contra millones de seres humanos. Cómplices activos y pasivos en el mayor crimen cometido en las últimas décadas, sin que la mal llamada comunidad internacional impida su desarrollo.
El periodista chileno, que vació en letras la inmoralidad de su entrevistado, en sus carencias básicas fue incapaz de hacer un par de preguntas de Perogrullo: ¿Sr. Ciechanover cuál es su opinión como científico y como persona sobre el genocidio que se lleva a cabo por miembros de su sociedad regidos por una administración criminal? ¿Cómo asimilar este argumento con su afirmación que Netanyahu debería estar en la cárcel peor al mismo tiempo avalar lo que se está haciendo contra el pueblo palestino?
Ciechanover, en la conclusión de esta mediocre entrevista, que deja en evidencia la complicidad de miembros de la sociedad israelí como es su comunidad científica con el genocidio que se lleva a cabo contra el pueblo palestino. Es el científico o la persona quien afirma muy lenguaraz “Hamás debe desaparecer completamente. No hay lugar en el mundo para un movimiento terrorista de asesinos que matan personas a la luz del día” afirma científicamente la persona de apellido Ciechanover, haciendo referencia a la legítima labor de autodefensa que la resistencia palestina ejecuta contra décadas de ocupación sionista. Aaron Ciechanover convoca desde su púlpito de laureado científico a intensificar el plan de solución final para la resistencia palestina, que en el trasiego verborreico sionista suele argumentar que todo palestino mayor de cuatro años es miembro de Hamas (por tanto, candidato a la muerte).
Ciechanover falsificando la historia habla del retiro de los asentamientos ilegales sionistas en Gaza el año 2006 y afirma “en aquel año cedimos la Franja de Gaza para los palestinos para que construyeran allí Nueva York y Las Vegas. Ellos tenían 70 kilómetros de playa donde podrían construir un Hilton, un Marriot y un Sheraton ¿Sabes lo que construyeron?: misiles para matar judíos Perdieron la oportunidad de ayudar a su gente, y ahora la Franja de Gaza ya no está. Ellos trajeron destrucción sobre sus cabezas, ellos mismos se destruyeron y merecen todo lo que les pasó”.
Para el “recompensado científico” con sus opiniones “personales” un pueblo que se alza contra su opresor, contra un régimen neonazi ocupante, colonizador que lleva a cabo un proceso de genocidio se merece lo que vive: Más de 186 mil asesinados. Millones de desplazados. Niños y mujeres que yacen por miles bajo los escombros de las ciudades de Gaza destruidas por bombas que en cifras distribuidas en estos 14 meses representan, en magnitud explosiva, a 5 bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima – más de 100 mil toneladas en un desquiciamiento genocida que debe ser castigado.
Para este científico sionista israelí que habla de conocimiento, de saber, intercambio y cooperación, el genocidio es el precio que pagar para que la luz del saber brote y se desarrolle. Para Ciechanover, los palestinos se merecen morir a manos del régimen nacionalsionistas más criminal que haya dado la humanidad en los últimos 80 años. El científico, escindido de la persona es la muestra de la bajeza moral de una sociedad como al israelí. Y tal conducta, sus declaraciones, sin un ápice de vergüenza, lo convierten en cómplice de todos y cada uno de los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. Ciechanover es tan responsable de las violaciones a los derechos del pueblo palestino, como de los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos por Netanyahu y Gallan, como lo es del evidente y comprobado genocidio del cual su sociedad es parte activa.
Pablo Jofré Leal
Articulo para Hispantv
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- En forma conservadora la revista Médica británica The Lancet publicó un estudio, el pasado mes de junio de 2024 titulado “Counting the dead in Gaza: difficult but essential” donde señala que la cifra de muertes, directas e indirecta superan las 186 mil https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext
- Hasbará: Se deriva del verbo hebreo lehasbir, que suele traducirse como “Explicar” o “esclarecer”. Es el campo de trabajo destinado por el sionismo a maquillar y lavar la imagen de un régimen colonialista y ocupante del territorio palestino. La idea de este Hasbara, empelado como programa de propaganda es dar a conocer la versión israelí o más bien distorsionar, manipular y desinformar sobre lo que acontece tanto en palestina como en Asia occidental.
- https://www.timesofisrael.com/nobel-and-israel-prize-laureate-we-wont-have-a-state-if-brain-drain-continues/