El Secretario General de la ONU, António Guterres, instó el jueves a los Estados miembros a respaldar la fuerza de apoyo multinacional aprobada por el Consejo de Seguridad para Haití.
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Esto implica que los países miembros enviarán fuerzas de seguridad para controlar la situación en Haití.
María Isabel Salvador, jefa de la Misión Especial de la ONU para Haití, especificó que el aumento sin precedentes de los secuestros, violaciones y otros delitos cometidos afectan cada vez más a los medios de subsistencia de la población y socavan las actividades humanitarias.
“Esperamos que los estados miembros que puedan contribuir en especie o en efectivo lo hagan”, agregó
El año pasado, su oficina documentó más de ocho mil 400 víctimas directas de las pandillas, incluidas personas asesinadas, heridas y secuestradas, lo que representa un aumento del 122 por ciento en comparación con 2022.
La representante coincidió en el llamado de Guterres para alentar a todas las partes interesadas haitianas a prepararse eficazmente para el despliegue de la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad,
Este apoyo fue aprobado el pasado mes de octubre, sin embargo, los países miembros aún no participan en la intervención.
Por su parte, la jefa de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ghada Waly, adivirtió que en el actual contexto es más importante que nunca tomar todas las medidas posibles para evitar que los flujos ilícitos desestabilicen aún más el país.
The security situation in Haiti is rapidly deteriorating.
In my briefing to the @UN Security Council, I called for urgent action against trafficking of illicit firearms into the country & reiterated @UNODC‘s commitment to help Haiti bolster border security & fight corruption. pic.twitter.com/oyMSml1ivQ
— GhadaFathiWaly (@GhadaFathiWaly)
January 25, 2024
“Nuestros hallazgos muestran que un número relativamente pequeño de pandillas haitianas, como los grupos 5 Segond y 400 Mawozo, se han especializado altamente en la adquisición, almacenamiento y distribución de armas y municiones”, alertó Waly.
En este contexto, la funcionaria explicó que la Oficina ha trabajado para mejorar la capacidad de la Policía Nacional de Haití, centrándose especialmente en la actuación y la formación en materia de inteligencia.
“La crisis cada vez más profunda en Haití no ocurre de forma aislada. En todo el Caribe, las armas de fuego ilícitas son una preocupación creciente y están alimentando la actividad relacionada con las pandillas y el tráfico de drogas en un círculo vicioso”, aseveró.
Waly indicó que, a pesar de las medidas de las autoridades haitianas, los esfuerzos anticorrupción siguen viéndose obstaculizados por la insuficiente capacidad, la falta de equipos forenses y la escasa experiencia en la realización de investigaciones complejas.