El 2024 fue crucial para Dina Boluarte y el Congreso peruano, marcado por el “Rolexgate”, donde se acusó a su entorno de recibir sobornos, intensificando la corrupción.
Boluarte se sometió a una cirugía en secreto sin informar al Congreso, un acto calificado como posible violación constitucional. Por su parte, el Congreso aprobó leyes que debilitan al Ministerio Público, lo que alimentó aún más su desaprobación ante la ciudadanía.
El 2024 fue un año turbulento para Dina Boluarte y el Parlamento. El escándalo del “Rolexgate” reveló posibles sobornos en su entorno, mientras que su hermano fue señalado por gestiones irregulares. Boluarte también enfrentó críticas por una cirugía secreta, vista como una infracción constitucional. Asimismo, el Congreso aprobó leyes que perjudicaron al pueblo peruano y favorecieron intereses privados, lo que intensificó la imagen de un gobierno desconectado de las necesidades ciudadanas.
Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta, ha sido acusado de liderar la presunta organización criminal “Los Waykis en la Sombra”, lo que ha debilitado aún más la figura de Dina Boluarte.
El Congreso ha reformado más del 50% de la Constitución peruana en tan solo 2 años, pero estas modificaciones no han resuelto las necesidades del pueblo ni mejorado la situación económica de los sectores más pobres.
Dina Boluarte cierra 2024 con un 95 % de desaprobación, según la última encuesta de Datum, lo que refleja un persistente rechazo a su gestión presidencial.
Aarón Rodríguez, Lima
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