El presidente del Supremo Tribunal de Justicia (STF por sus siglas en portugués), el ministro Luís Roberto Barroso, recordó este lunes la intentona golpista contra brasileños a conmemorarse un año del ataque bolsonarista contra los Tres Poderes.
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“Estamos aquí para mantener viva la memoria del episodio que se refiere al país que no queremos. El país de la intolerancia, del irrespeto al resultado electoral, de la violencia destructiva contra las instituciones. Un Brasil que no se parece a Brasil”, afirmó el ministro Luís Roberto Barroso, en la inauguración de la exposición “Después del 8 de enero: Reconstrucción, Memoria y Democracia”, en la sede del Tribunal, en Brasilia.
El también director de Consejo Nacional de Justicia (CNJ) refirió que los responsables están siendo procesados, conforme a la ley, por los delitos que cometieron, entre los que destacan intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado democrático de derecho y depredación de bienes públicos, entre otros delitos.
Al reconocer que el 8 de enero el país vio las dramáticas consecuencias de la incivilidad, el discurso de odio y la desinformación, Luís Roberto Barroso acotó que “necesitamos vivir una verdadera pacificación de la sociedad, en la que personas que piensan diferente puedan sentarse en la misma mesa y conversar, con respeto y consideración, sin ofensas ni descalificaciones. En busca de las mejores soluciones para un país mejor y más grande. Brasil se lo merece”.
Asimismo, el acto funcionario precisó que la respuesta del Tribunal, no fue con palabras, sino con acciones. Recordó de igual manera el trabajo dedicado de decenas de empleados y colaboradores en la reconstrucción no sólo del Pleno, sino de todo el edificio de la sede.
El ministro Barroso narró, de acuerdo al STF, el momento en que llegó a la Corte, acompañado por la entonces presidenta, la ministra Rosa Weber, “cuando se topó con el escenario bárbaro, emprendido por falsos patriotas que no respetan los símbolos de la Patria y falsos personas religiosas que no cultivan el bien, la paz y el amor”.
El 8 de enero los simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro invadieron y sabotearon los edificios de los tres poderes el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y la sede de la Supremo Tribunal Federal.