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Las nuevas protestas que se podrían dar desde el 19 de julio, volverían a paralizar la economía regional. En el departamento iqueño se podría presentar el conflicto social que nuevamente traería pérdidas millonarias en el desarrollo económico, paralización de empresas, desempleo, desabastecimiento de alimentos y más.
El presidente del Comité Agua y Agro de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ica, Jorge Vargas Corbacho, indicó que la denominada “Toma de Lima” genera preocupación en el sector empresarial, ante los antecedentes de bloqueo de vías que se radicalizaron por un largo periodo.
“Ante todo preocupación, porque en los últimos tiempos me refiero a fines del año 2020 y fines del 2022, se ha demostrado que una minoría organizada puede afectar mucho al Perú, sobre todo porque la respuesta del Estado, está enmarcada en un ordenamiento jurídico que no necesariamente es respetado por quienes realizan estas paralizaciones. Con la excusa de una protesta se afecta a mucha gente y estamos claros que los ciudadanos lo que desean es trabajar y prosperar y hay personas que se autocalifican como intérpretes de la voluntad de la mayoría y generan un serie de conflictos que responden a libretos que no tienen nada que ver con la realidad actual, ya que tenemos otra coyuntura de inseguridad ciudadana, problema del empleo, de una crisis internacional, entonces preocupación siempre vamos a tener por estas situaciones de amenaza a la tranquilidad del Perú”, declaró.
Al ser consultado sobre un posible bloqueo de la carretera Panamericana Sur como se radicalizó a fines del año pasado, donde grupos de sujetos cerraron por semanas los kilómetros 262 (Barrio Chino), el 291 en Expansión Urbana, y el 299 en El Álamo, sostuvo que el cierre de la principal carretera iqueña generaría perjuicio en más de 500 empresas iqueñas, de las cuales 200 corresponden al sector de la agroindustria que diariamente realizan una cadena de compra y venta. El bloqueo de la vía perjudicaría el traslado de hidrocarburos (petróleo, gas natural, condensados, líquidos del gas natural e hidratos de metano), desde Ica y otras regiones, que no llegaron a las ciudades del sur del Perú.
“Un bloqueo en la Panamericana Sur no solo afecta a la región Ica, sino a todo el sur del Perú, ya lo hemos visto que interrumpir la carretera es neurálgico y el motivo de hacerlo y lo hacen a propósito porque las consecuencias generan un impacto muy grande y exacerban los conflictos en el sur. Recordemos en diciembre el desabastecimiento de hidrocarburos en Cusco, Puno, Arequipa, por el bloqueo en Ica. Son 500 empresas solo por poner a las medianas y grandes de servicios, salud, comercio, y más de 200 del agro que se verían afectadas ya que todos tienen una cadena de suministros, sobretodo quienes trabajan en alimentos, a los comerciantes que hacen un esfuerzo grande al tener los mercados funcionando y que innecesariamente se crea un clima de conflicto cambiando las prioridades del desarrollo. Hay que escuchar, dialogar, pero no imponer voluntades que van por ideologías y situaciones ajenas al día a día de la persona”, agregó.
Vargas Corbacho señaló que si bien la totalidad de agroindustrias no se encuentran en campañas de cosecha, todas siguen una línea diaria que no debe interrumpir la nutrición y sanidad agrícola. En julio decenas de empresas estarán en proceso de exportación de toneladas de cítricos, paltas y hortalizas que deberán ser transportadas por la carretera Panamericana Sur y otras vías al puerto del Callao (Lima) con destino a países extranjeros.