Parece imposible, pero un hombre declarado muerto por tres médicos estaba, después de todo, vivo y despertó momentos antes de su autopsia. El hombre de 29 años ya había estado en un congelador, para preservar su cuerpo, y la piel ya tenía marcas que servirían de guía para el bisturí.
Los médicos no pudieron explicar con certeza qué había sucedido.
Corría el año 2018. En el pase de lista matutino del 7 de enero, Gonzalo Montoya Jiménez, un reo de 29 años, no respondió. Sin signos evidentes de violencia, el hombre fue encontrado inconsciente en una silla de su celda.
Una vez encontrado por las autoridades penitenciarias de la Penitenciaría Central de Asturias, en el noroeste de España, fue visto por primera vez por dos médicos de guardia en la prisión. Como no se detectaron signos vitales, los médicos lo declararon muerto. Posteriormente, el cadáver fue visto por un médico forense que confirmó lo señalado por los anteriores, emitiendo el tercer parte de defunción. No hubo dudas.
El hombre se despierta poco antes de la autopsia
Una vez en la morgue, dentro de una bolsa destinada a los muertos, Gonzalo habrá hecho ruidos que sorprendieron a los médicos forenses. Después de pasar un tiempo en el congelador para preservar su cuerpo y de que le marcaran la piel con las guías para el bisturí que se usaría en la autopsia, el hombre se movió.
El médico forense abrió la bolsa y encontró al prisionero aún con vida.
Informó El Español en su momento.
El hombre fue trasladado a otro hospital, donde se informó que se encuentra en condición estable. En cuanto a lo sucedido, las autoridades penitenciarias parecían no tener justificación.
No puedo comentar sobre lo que sucedió en el Instituto de Medicina Legal, pero tres médicos vieron signos clínicos de muerte, por lo que no está claro en este momento exactamente por qué ocurrió esto.
Un portavoz del Servicio Penitenciario español dijo a los medios.
A su vez, funcionarios del hospital dijeron a la prensa que esta falsa muerte podría haber sido un caso de catalepsia. Es decir, la persona entra en estado de trance o convulsión, pierde la conciencia y los sentidos, y el cuerpo se vuelve rígido.
Si este fue el caso de Gonzalo Montoya Jiménez, no está claro cómo sucedió, aunque el hombre tenía episodios de epilepsia y estaba tomando medicamentos para la afección. Más aún, la víspera del día en que lo encontraron (aparentemente) muerto, Gonzalo dijo que se sentía mal. Esta condición ha sido descrita por las autoridades penitenciarias como cianosis, una decoloración de la piel causada por mala circulación o falta de oxígeno.
Gonzalo tardó unas 24 horas en recuperar el conocimiento en cuidados intensivos. Después de eso, cuando comenzó a hablar, preguntó si podía ver a su esposa.
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