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La idea no es nueva, pero está ganando cada vez más fuerza, y los investigadores miran la órbita de la Tierra como un área de uso para reflejar la luz del Sol, utilizando reflectores espaciales, dirigiéndola hacia la Tierra, de modo que haya luz. incluso cuando cae la noche o amanece. ¿Tiene sentido?
Reflejando el futuro: reflectores orbitales para impulsar la energía solar
La demanda de energía en la Tierra alcanza su punto máximo temprano en la mañana y temprano en la noche, momentos en los que las instalaciones solares terrestres no pueden contribuir de manera efectiva. Sin embargo, los investigadores escoceses sugieren que los costos cada vez menores de los lanzamientos orbitales podrían hacer viables los grandes reflectores espaciales para alimentar estos rangos críticos.
En lugar de instalar enormes paneles fotovoltaicos en el espacio para transmitir energía a la Tierra, se propone colocar en órbita grandes estructuras de espejos. Estas estructuras reflejarían más energía solar de vuelta a la superficie de la Tierra, siendo captada por las instalaciones existentes.
Un concepto con historia
La idea de los proyectores orbitales no es nueva. Hermann Oberth propuso esta solución ya en 1929, viéndola como una forma de iluminar las ciudades, proteger los cultivos de las heladas nocturnas e incluso hacer habitables las regiones nórdicas durante sus largos y oscuros inviernos. Sin embargo, también advirtió sobre posibles usos militares de esta tecnología.
En 1993, los científicos rusos demostraron que el concepto era viable con el espejo espacial Znamya-2, que reflejaba una tenue luz visible desde Europa.
La Universidad de Glasgow cree que es el momento adecuado para desarrollar seriamente reflectores solares. Empresas como SpaceX prometen reducir los costos de lanzamiento orbital haciendo que estos reflectores sean comercialmente viables.
El proyecto Solspace prevé enviar varios satélites con reflectores a una órbita alta sincrónica con el Sol. Cada satélite colocaría un reflector hexagonal en Kapton aluminizado, cubriendo una superficie total de 162.380 m².
Estos reflectores podrían dirigirse a órbita mediante rotaciones controladas eléctricamente, lo que les permitiría iluminar áreas específicas de la Tierra durante aproximadamente 17 minutos por pasada. proporcionando alrededor de 34-36 MWh de energía adicional.
Impacto en la contaminación lumínica y los costes.
El equipo de Glasgow afirma que los proyectores no provocarían perturbaciones significativas en términos de contaminación lumínica. Se estima que la iluminación no superaría el nivel de un día nublado y sería breve.
En términos de costos, el proyecto Solspace apunta a un costo nivelado de energía (LCoE) de aproximadamente 70 dólares por MWh de producción solar reflejada en el espacio, suponiendo una vida útil operativa de 20 años y costos de lanzamiento de 232 dólares por kilogramo.
Con la reducción de los costos de lanzamiento gracias a innovaciones como los cohetes reutilizables Falcon 9 y Starship de SpaceX, la viabilidad de los reflectores solares orbitales parece cada vez más viable. Además de alimentar parques solares, estas estructuras podrían tener otros usos, como combatir el hielo o iluminar ciudades.
Los reflectores orbitales representan una solución innovadora y prometedora para aumentar la capacidad de energía solar, especialmente en las horas críticas del amanecer y el anochecer. Con el rápido avance de la tecnología espacial, podemos estar al borde de una revolución en la producción de energía solar.