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Toda IA debe estar entrenada, ya sea para generar texto, imágenes o vídeos. Internet ha sido la fuente principal de esta información, pero muchos casos muestran que los datos deben ser controlados. YouTube ahora ha advertido públicamente que OpenAI no debería usar sus videos para entrenar a Sora y ChatGPT, ya que viola sus reglas.
YouTube no quiere que OpenAI use sus vídeos
Son varios los casos en los que grandes empresas tecnológicas han bloqueado el acceso de servicios de IA a su información pública. La idea era utilizar estos datos para alimentar los motores de IA y así hacer que estos sistemas aprendan, con información curada y útil para que luego los servicios puedan funcionar.
Este escenario muestra una fuerte cuestión legal que podría plantear problemas en el futuro en función de la información que se utilice. Las fuentes de datos están dispersas por Internet y son de fácil acceso, simplemente apuntando los sistemas de aprendizaje a estas ubicaciones, algo que ya se ha hecho en el pasado.
Sora y ChatGPT pueden haber utilizado transcripciones
La pregunta realmente es la legalidad de estos procesos, con los servicios y los propietarios de la información. El CEO de YouTube ha advertido ahora a OpenAI que no puede utilizar vídeos de este servicio para realizar estos procesos de aprendizaje. Esta llamada de atención apareció recientemente en una entrevista concedida por Neal Mohan.
En esa conversación, el CEO de YouTube reveló que este servicio no permite descargar transcripciones o partes de video, y esto es una clara violación de los términos de servicio. Estas son las reglas que establecen los términos de servicio de contenido de Google en su plataforma.
Es posible que Google haya utilizado esta forma de enseñar
Estas declaraciones se producen después de que Mira Murati, CTO de OpenAI, fuera entrevistada por The Wall Street Journal el mes pasado. En ese momento, la persona a cargo tampoco estaba segura o clara sobre el origen de los datos de entrenamiento de Sora. Por tanto, esta alerta parece haber estado bien dirigida y ser más que una casualidad.
Curiosamente, el New York Times también ha revelado que este uso existía, pero no era exclusivo de OpenAI. El propio Google también utilizó estos vídeos de YouTube para alimentar y enseñar a su IA, Gemini, violando así las mismas reglas de las que acusaba a su rival.