Javier García-Blásquez López, coordinador del programa Protagonistas del Cambio UPC, resaltó la importancia de este tipo de iniciativas, las cuales son apoyadas desde hace 12 años por la universidad con el fin dar un espacio a los jóvenes emprendedores y reconocer su labor en la transformación social y ambiental.
LEE TAMBIÉN | “Hemos tenido una pérdida de competitividad [en exploración minera], porque las reglas de juego no han estado claras”
El equipo de Bosque Sinaí está conformado por ocho profesionales de diferentes ramas académicas (ingeniería de suelos, ingeniería de recursos hídricos, márketing, arquitectura, biología y administración).
A través de los programas de sostenibilidad financiera y ecoturismo, el proyecto Bosque Sinaí espera captar proyectos de inversión y fondos internacionales para conservación y desarrollo sostenible de la zona y sus comunidades.
Ramos menciona que, producto de estos dos programas, ya se ha podido obtener la donación de un terreno con el que esperar generar un corredor turístico que les permita duplicar la cantidad de turistas que llegan a la zona y así lograr en temporada alta un mínimo de 800 visitas mensuales. De esta manera afianzarían el brazo económico del proyecto valorizado en S/162.000 tras 18 meses desde su creación.
LEE TAMBIÉN | ABB espera crecer 20% en negocios de ‘process automation’
El monto mencionado involucra el desarrollo de un expediente técnico con Amazónicos por la Amazonía (AMPA) valorizado en S/30.000, gastos logísticos administrativos, pasantías, el terreno donado, la mejora de un tramo de 12 kilómetros al final de la vía nacional 12 A y el tiempo invertidos por los voluntarios.
Sin embargo, Ramos menciona que aún necesitan concretar un proyecto de inversión en infraestructura hacia la catarata Velo de Plata valorizado en S/422.000. Los miembros de Bosque Sinaí esperan tener, en los próximos 3 años, el expediente Inversiones de Optimización, de Ampliación Marginal, de Rehabilitación y de Reposición (IOARR), las cuales son generalmente inversiones de baja complejidad técnica, riesgo acotado y cuya necesidad resulta evidente para poder presentarlo al gobierno regional.
Bosque Sinaí espera llegar a la sostenibilidad financiera del proyecto el 2025.