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Los expertos determinarán si las medidas preventivas implantadas por el operador de la instalación cumplen las normas internacionales, tras salir a la luz una serie de fallos de seguridad.
Los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) han comenzado este lunes a evaluar las medidas antiterroristas reforzadas aplicadas en la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, en el centro de Japón, informa Kyodo.
Los expertos determinarán si las medidas preventivas del operador de la planta cumplen las normas internacionales, tras salir a la luz una serie de fallos de seguridad que dieron lugar a una prohibición de explotación de dos años de la mayor central nuclear del mundo, que finalizó el pasado diciembre.
“El objetivo de la misión de expertos es evaluar la mejora de las medidas de protección física de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa (para proteger los materiales y las instalaciones nucleares) y proporcionar el asesoramiento adicional necesario al operador de la instalación”, afirmó un representante del OIEA.
En 2021, la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón prohibió a la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO) hacer funcionar la central Kashiwazaki-Kariwa, su única instalación operativa, después de identificarse una serie de violaciones de seguridad, incluyendo la falta de protección de materiales nucleares y el ingreso de personal no autorizado.
La reactivación de la planta, que tiene una capacidad de 8.212 megavatios (MW), forma parte de los planes para restablecer operaciones tras el desastre nuclear de la central de Fukushima, ocasionado por un terremoto y un maremoto en 2011.