Moscú afirma que no aceptará invitaciones de tipo “ultimátum” a la segunda cumbre de paz sobre Ucrania.
Dice que Kiev sufre un fracaso tras otro en su camino hacia una derrota inminente. La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores dijo que los intentos de implicar a Rusia en una segunda cumbre de paz sobre Ucrania eran ultimátums que Moscú no aceptaría. Así reaccionó a las declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien anunció el lunes un plan listo para celebrar en noviembre una segunda cumbre internacional de paz. Afirmó que los representantes de Rusia deben asistir. Esto mientras, Rusia no fue invitada en la primera cumbre, celebrada el mes pasado en Suiza.
Por otro lado, se refirió a los intentos inútiles de atentar contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Denunció que los países occidentales patrocinadores de Kiev han estado implicados en preparativos para asesinar al mandatario ruso.
Mientras, destacó el fracaso de Ucrania en el campo de batalla. Aseguró que hay muchas razones para creer que pronto el deseo de Occidente de luchar hasta el último ucraniano se traducirá en flagrantes deportaciones de refugiados ucranianos al frente. No obstante, argumentó que, a pesar de esta situación y del hecho de que la lluvia sangrienta de dinero y armas no termina de caer sobre Kiev, esto no conducirá al presidente ucraniano a obtener el resultado deseado.
La vocera denunció además que las armas suministradas por el Occidente colectivo se están utilizando activamente contra civiles inocentes, convirtiendo a los países occidentales en cómplices de atrocidades y actos terroristas de Kiev.
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