El canciller venezolano denunció la injerencia del G7 en los asuntos internos de Venezuela y calificó de “ridículo” el liderazgo de este grupo.
“El decadente imperialismo jamás había tenido tan pobre y ridículo liderazgo como el que hoy exhibe el G7”, puntualizó el viernes el canciller venezolano, Yván Gil, en la red social X, en respuesta a una declaración conjunta del Grupo de los Siete.
La misma jornada, los países de G7 (Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos) criticaron a Venezuela por haber retirado su invitación a la Unión Europea (UE) para observar las elecciones presidenciales del 28 de julio.
En su mensaje, el ministro de Asuntos Exteriores venezolano señaló que los gobiernos que conforman el G7 son “rechazados por sus propios pueblos” y denunció que “pretenden recurrir a prácticas coloniales y meterse en temas que no les conciernen”.
El decadente imperialismo jamás había tenido tan pobre y ridículo liderazgo como el que hoy exhibe el G7.
Rechazados por sus propios pueblos pretenden recurrir a prácticas coloniales y meterse en asuntos que no le conciernen.
Nuestra Democracia Revolucionaria les dirá este 28… pic.twitter.com/BwQMDvCZq3
— Yvan Gil (@yvangil) June 14, 2024
A lo largo de los años, el G7 ha venido encontrando más resistencia y rechazo de países que protestan contra sus políticas más que globalizadoras, —neoliberales— que ponen en peligro el medio ambiente, el desarrollo y la vida de millones de habitantes en el planeta. Entre los países más críticos al G7 figuran, Rusia, Irán y China.
Gil aludió a las elecciones presidenciales en Venezuela previstas para el 28 de julio y enfatizó que, en esa jornada comicial, la “democracia revolucionaria” dejará en claro que “somos libres y soberanos y que sus lacayos no volverán”.
En mayo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano anunció su decisión de excluir la misión de observación de la Unión Europea del proceso electoral de julio, en el que el presidente Nicolás Maduro buscará la reelección.
La decisión del CNE fue adoptada por la “actitud hostil” del bloque europeo de ratificar sanciones individuales contra unos 50 funcionarios venezolanos.
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