Las relaciones entre Irán y Rusia se han expandido en todas direcciones durante las últimas dos décadas, situándose en un nivel más amplio de cooperación.
Históricamente, los vínculos entre Rusia e Irán han sido multifacéticos, oscilando entre la colaboración y la rivalidad. Las dos naciones tienen una larga historia de interacción geográfica, económica y sociopolítica, donde las relaciones mutuas a menudo han sido turbulentas y en otros momentos inactivas.
Esta interacción ha experimentado un desarrollo significativo recientemente, impulsada por una alineación de la visión política en la que Moscú y Teherán suscriben una visión más pluralista del orden internacional, favoreciendo el internacionalismo soberano sobre el intervencionismo liberal.
El fortalecimiento de los vínculos se remonta a 2015, cuando los dos países se encontraron alineados en su esfuerzo por evitar que Occidente derrocara al presidente sirio Bashar al-Asad. Su campaña compartida sentó las bases para una expansión más amplia de canales entre Moscú y Teherán.
Tras el ascenso al cargo del presidente Seyed Ebrahim Raisi en 2021, Irán fue testigo de varios cambios en sus objetivos de política exterior y en su agenda general, incluido un mayor enfoque en las relaciones con Rusia y China.
A diferencia del expresidente iraní Hasan Rohani, el presidente Raisi limitó sus contactos con las potencias occidentales, escéptico ante las intenciones de Estados Unidos, que traicionó la rara confianza de la República Islámica con su retirada unilateral de un acuerdo nuclear internacional.
En cambio, la política de “mirar hacia el Este” de la nueva administración dio dividendos instantáneos, ya que Rusia proporcionó a Irán varias “victorias”, incluida la facilitación de la membresía del país en la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Esto ayudó a reforzar la creciente influencia y resistencia de Irán frente a la presión occidental.
La incipiente relación rápidamente se hizo íntima, marcada por la cancelación del requisito de visa para sus turistas en 2021. Según el acuerdo, los ciudadanos de los dos países podían visitar el otro país sin obtener una visa con fines turísticos, siempre que estén en un grupo de hasta 50 personas y el periodo de viaje no supere los 15 días.
El acuerdo entró en vigor en octubre de 2023 y el primer grupo de turistas iraníes llegó al Cáucaso Norte de Rusia, incluidas las repúblicas de Daguestán, Chechenia, Ingushetia y Osetia del Norte.
La industria del turismo es importante tanto para Irán como para Rusia. Antes de la pandemia de coronavirus, Rusia tenía una capacidad de acoger turismo de más de 10 millones de personas, generando 10 mil millones de dólares en ingresos. El país pretendía aumentar esa cifra a 28 600 millones de dólares para 2035, pero la guerra con Ucrania frenó el plan.
El turismo también es importante para Irán, uno de los países más ricos del mundo por sus atractivos históricos, naturales y recreativos. Tiene más de 4000 atractivos turísticos, ocupando el décimo lugar en términos de atractivos antiguos e históricos, el quinto en atractivos naturales y el tercero en términos de variedad de artesanías
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), la industria turística en Irán duplicó su tamaño en 2022, empleando a 1,44 millones de personas por primera vez.
El turismo representó alrededor del 4,6% de la economía de Irán en 2022. Los ingresos han ido creciendo de manera constante y pasaron de alrededor de 1.900 millones de dólares en 2020 a 2.500 millones de dólares en 2021 y 6.200 millones de dólares en 2022.
La industria del turismo ha sido de interés tanto para Irán como para Rusia, y figura de manera omnipresente en sus acuerdos de cooperación. Por ejemplo, en abril de 2023 se firmó un memorando de cooperación turística con el objetivo de fortalecer el turismo
El objetivo era apoyar el aumento de los viajes turísticos entre los dos países, desarrollar recursos humanos en los sectores turísticos, ayudar a la innovación en el campo, especialmente a través de la introducción de su patrimonio cultural y atractivos naturales y recreativos, el intercambio de expertos, experiencias e información y el desarrollo de turismo histórico, cultural, de naturaleza y creación de nuevas rutas de turismo marítimo.
Los viajes turísticos entre Irán y Rusia siempre han estado disponibles debido a la proximidad geográfica. En 2022, el número de turistas entre los dos países se duplicó a 42 400 respecto al año anterior. Los iraníes fueron el quinto mayor número de turistas que visitaron Rusia después de los chinos, los turcos, los turcomanos y los alemanes en los primeros seis meses de 2023. Durante el mismo período, alrededor de 22 000 turistas rusos visitaron Irán con visa.
Además de los beneficios económicos, la cooperación turística tiene un papel importante en el futuro de las relaciones políticas y culturales entre Irán y Rusia.
En el frente político, ambos países enfrentan un acceso restringido a los mercados energéticos globales debido a las sanciones occidentales a Rusia por su guerra en Ucrania y a Irán tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear.
El uso de monedas locales, como instrumento clave para contrarrestar las sanciones, es importante para mantener y fortalecer los vínculos turísticos y facilitar transacciones fluidas. Además, el turismo desempeña un papel muy importante a la hora de cambiar la forma en que dos países se miran entre sí, lo que conduce a una mayor comunicación.
Como lo expresó el embajador de Irán en Moscú, Kazem Yalali, “Algunas personas son iranofóbicas dentro de Rusia, también lo son algunas rusofóbicas en Irán. Pensamos que esta fobia tiene sus raíces en las insinuaciones de Occidente para evitar que los dos países puedan utilizar bien las capacidades del otro”.
La industria del turismo es muy vital para Irán, especialmente frente a las sanciones. El país ha solicitado acuerdos de entrada sin visa con más de 50 países. La cancelación total del requisito de visado con Rusia puede aumentar sus capacidades en este sector y abrir un nuevo capítulo en las relaciones.
Del lado iraní, también hay margen para aumentar los vuelos, desarrollar infraestructuras, especialmente en el sector del transporte, y forjar una mejor coordinación entre las instituciones de seguridad, incluidas la policía y las agencias de turismo.
Los rusos, por su parte, han sido aconsejados por el embajador Yalali para tener una mejor interacción con los iraníes que llegan al país, mejorar su capacidad turística, aumentar los vuelos Teherán-Moscú y San Petersburgo-Teherán y establecer vuelos entre las ciudades iraníes de Rasht, Tabriz, Sari, Kish y Shiraz, y Astracán y Kazán en Rusia.
Texto recogido de una publicaión en Press TV.
