Rusia declara su contundente postura ante la posición de la UE respecto al premier de Hungría y también la decisión del bloque de dedicar activos rusos en Europa, a Ucrania.
Indignación desde Rusia ante el tratamiento de la Unión Europea al premier de Hungría. El bloque le tilda de “desleal” y además decidió cambiar a Budapest, capital húngara, como sede de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores y Defensa del grupo europeo, tras las posturas de Viktor Orbán, que evidenciaron un desacuerdo en que Europa use activos rusos retenidos en el viejo continente.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que sólo hay un gobierno con mal tratamiento hacia Moscú.
Las tensiones se incrementan tras el anuncio del jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell, de que 1,4 mil millones de euros de los fondos internacionales rusos congelados, se utilizarán para comprar armas para Ucrania en los primeros días de agosto.
No sólo para Hungría, sino para el Kremlin, se han cruzado las líneas rojas en este sentido. Por lo que la expectativa de la confrontación entre Moscú y Occidente se mantiene al rojo vivo.
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