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En octubre de 2022, en Ucrania entró en vigor el decreto que prohíbe cualquier contacto con los dirigentes rusos.
La prohibición del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, de negociar con los dirigentes rusos sigue vigente, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andréi Sibiga, en una entrevista a medios locales publicada este miércoles.
Al responder a una pregunta sobre las posibles negociaciones con Rusia, Sibiga aclaró que por el momento no se ha planteado la cuestión de las conversaciones con Moscú en ningún formato. “A día de hoy, esta decisión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (RNBO, por sus siglas en ucraniano) es válida”, aseveró el político.
En este contexto, Sibiga sostuvo que Kiev todavía espera a que se establezcan los contactos oficiales con la Administración entrante del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para discutir los siguientes pasos hacia una posible solución del conflicto.
Por otro lado, subrayó que Ucrania debe convertirse en miembro de la OTAN, ya que esto supondría una garantía de seguridad no solamente para el país eslavo, sino, sobre todo, para la propia Alianza. “El ingreso de Ucrania en la OTAN es una prioridad inquebrantable y la única garantía efectiva de seguridad para nuestro país”, enfatizó Sibiga, añadiendo que nada puede sustituir la membresía en la alianza.
Con respecto a las posibles negociaciones entre Moscú y Kiev, la parte rusa ha subrayado en reiteradas oportunidades que está dispuesta a dialogar, mientras que el líder del régimen de Kiev todavía se niega a derogar el decreto que desde finales de 2022 prohíbe todo contacto con los dirigentes rusos.
Si bien en julio de 2024 Zelenski consideró la posibilidad de negociar con Moscú durante la segunda ronda de la denominada ‘cumbre de paz’, promovida por Kiev, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó que Rusia no participaría en este evento aunque la invitaran.
En este sentido, recordó que, en octubre, habían tenido lugar reuniones en el marco de los preparativos para la segunda ‘cumbre de paz’ sobre la crisis ucraniana, y que se preveía invitar a Rusia con el objetivo, según dijo, de darle “una especie de ultimátum“. “He dejado en claro muchas veces que no vamos a participar en ‘la cumbre de la paz’ aunque recibamos una invitación”, subrayó el ministro ruso.