El Ministerio de Cultura de Perú recibió este martes 202 bienes culturales de diferentes épocas y culturas, que fueron repatriados de naciones como Alemania, España, Estados Unidos (EE.UU), Canadá y Bélgica.
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El viceministro de Relaciones Exteriores, el embajador Ignacio Higueras, manifestó en la ceremonia de entrega “que la mayoría de estas piezas, siguiendo la tendencia de los años anteriores, han sido entregadas voluntariamente”.
El funcionario también agradeció “a los ciudadanos de naciones extranjeras (…) quienes, conscientes de los prejuicios que causa el tráfico ilícito de bienes culturales, apoyan los esfuerzos por recuperar nuestro patrimonio cultural”.
En el Palacio de Torre Tagle, el vicecanciller Ignacio Higueras presidió la primera ceremonia oficial de 2024 de entrega al @MinCulturaPe de 202 bienes culturales repatriados desde��������������������, gracias a las gestiones de los Consulados y Embajadas peruanos y autoridades locales. pic.twitter.com/XFdrh1wTq9
— Cancillería Perú���� (@CancilleriaPeru)
January 16, 2024
En la Cancillería peruana se mostraron 198 piezas arqueológicas, tres documentos históricos-documentales y una pieza histórica-artística. Del total de piezas, 154 fueron restituidas conscientemente por los ciudadanos.
Por su parte, 42 proceden de incautaciones consumadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos y la Policía alemana, y dos de ellos fueron restituidos por el Museo de Historia Natural de Santa Bárbara en Los Ángeles (EE.UU).
Entre los objetos devueltos se encuentran prehispánicos como cabezas de porra y estructuras de la cultura inca, varios fragmentos textiles e instrumentos de la cultura Chancay, piezas de metal de la cultura Chimú, así como piezas cerámicas pertenecientes a periodos Moche, Nazca, Lambayeque e Inca.
El viceministro destacó el regreso de un vaso de madera de la época colonial con decoración policromada del siglo XVI, que fue restituido por la Fundación F.C. Glundach, en Alemania.
Además, retornaron a la nación andina tres documentos administrativos del siglo XIX, que fueron reintegrados por la empresa de subastas Booneshares en Bélgica, consistente en dos billetes impresos y manuscritos de la Junta del Crédito Nacional, de 1829 y 1836, así como un vale emitido por la Casa de la Moneda de Lima, de 1838.
