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El sistema de levitación magnética podría expulsar cargas útiles dos veces al día al 10 % del costo de los métodos de transporte existentes.
Científicos chinos han propuesto construir un lanzador magnético en la Luna para enviar recursos extraídos de su superficie lunar a la Tierra, probablemente en cooperación con Rusia, informa The South China Morning Post, que cita un estudio reciente.
La instalación de levitación magnética seguiría el mismo principio que el lanzamiento de martillo en atletismo, aunque rotaría a velocidades cada vez mayores antes de lanzar la cápsula de lanzamiento rumbo a la Tierra, explicaron los investigadores del Instituto de Ingeniería Satelital de Shanghái (China). Se prevé que su funcionamiento a gran escala pueda hacerse realidad para 2045.
Al aprovechar el entorno único de la Luna, como su vacío elevado y baja gravedad, el lanzador podría expulsar cargas útiles dos veces al día a un precio de alrededor del 10 % del costo de los métodos de transporte existentes, afirman los científicos.
“Dado que solo consume electricidad y no requiere ningún propulsor, será relativamente pequeño en escala y fácil de implementar”, aseguran. La instalación funcionaría con energía solar y nuclear, y más del 70 % de la energía se recuperaría después de cada lanzamiento.
Para lanzar cápsulas cargadas con recursos lunares, el sistema utilizaría un brazo giratorio de 50 metros y un motor superconductor de alta temperatura. Al cabo de 10 minutos, el brazo giratorio alcanzaría la velocidad de escape de la Luna de 2,4 km por segundo para ponerlo en la trayectoria correcta rumbo a la Tierra.
Recursos para 1.000 años
Según los expertos, el objetivo principal de este mecanismo sería suministrar helio-3 para ayudar a abordar la crisis energética de la Tierra. Mientras nuestro planeta sólo tiene alrededor de 0,5 toneladas de helio-3, se estima que hay un millón de toneladas en el suelo lunar, suficiente para satisfacer las necesidades energéticas del mundo durante más de 1.000 años.
Asimismo, el proyecto impulsaría el desarrollo de tecnologías de minería espacial, vehículos de lanzamiento pesados e inteligencia artificial.
El sistema está pensado para durar al menos 20 años, pero debido a su peso de alrededor de 80 toneladas deberá esperar a que comience a funcionar el cohete superpesado de China antes de poder se trasladado al satélite natural de la Tierra, explican los investigadores.
Por otra parte, el equipo de científicos sugiere que el sistema podría formar parte de un proyecto conjunto ruso-chino para construir una estación de investigación en el polo sur lunar para 2035.