Las autoridades australianas confirmaron el viernes que el país volverá a contribuir con los fondos y la financiación de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (Unrwa).
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“La decisión de suspender una financiación adicional de 6 millones de dólares se tomó después de que se formularan serias acusaciones, que dieron lugar al despido de personal por parte de Unrwa”, presuntamente en las acciones del 7 de octubre por el movimiento de resistencia palestino, Hamás.
De acuerdo a dichas autoridades la naturaleza de las acusaciones justificaba una respuesta inmediata y apropiada, mientras que declararon que han estado trabajando con un grupo de países donantes y con la entidad de la ONU en el objetivo compartido de garantizar la integridad de las operaciones de dicho ente, así “como reconstruir la confianza y garantizar flujos de ayuda a los habitantes de Gaza que la necesitan desesperadamente”.
Asimismo declararon que Australia y sus socios acogen con satisfacción las acciones decisivas de la Unrwa y del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para fortalecer la integridad de las operaciones.
“Esto incluye la investigación de las acusaciones por parte de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU y la revisión independiente de la Unrwa y el principio de neutralidad, encabezada por la exministra de Asuntos Exteriores francesa, Catherine Colonna.”
Al tiempo de declarar que al desembolsar los 6 millones de dólares para el llamamiento urgente de la Unrwa, el Gobierno indicó que Australia está ultimando un acuerdo de financiación actualizado que incluirá condiciones estrictas como garantías de neutralidad del personal y confianza en las cadenas de suministro.
“Más de 1,7 millones de palestinos han sido desplazados y la mayoría vive en condiciones de hacinamiento y condiciones insalubres. El acceso a la atención sanitaria y a los alimentos es limitado; el riesgo de una hambruna generalizada está aumentando. Las mujeres y los niños enfrentan los impactos más graves, pero el sufrimiento es generalizado y amenaza con tener efectos duraderos en la salud”, indicaron las autoridades australianas.