Cuba rechaza las pretensiones de EE. UU. de desconocer los resultados de las elecciones del 28 de julio en Venezuela, marcadas por el triunfo del presidente Nicolás Maduro.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha objetado este viernes la postura asumida por el gobierno de Estados Unidos, de ignorar el cómputo oficial de votos anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, en franca intromisión en los asuntos internos de la nación sudamericana.
Mediante un mensaje publicado en X, el jefe de la diplomacia cubana ha subrayado que tales acciones forman parte de una estrategia diseñada en Washington dirigida a la desestabilización de América Latina.
“Rechazamos intromisión de EE. UU. en elecciones venezolanas al desconocer resultados oficiales anunciados por autoridad electoral e ignorar acciones legales en curso sobre ese proceso. Manipulación e injerencia son parte de reconocida política de ese país para desestabilizar región”, ha subrayado Rodríguez en la citada plataforma comunicacional.
Rechazamos intromisión de EEUU en elecciones venezolanas al desconocer resultados oficiales anunciados por autoridad electoral e ignorar acciones legales en curso sobre ese proceso
Manipulación e injerencia son parte de reconocida política de ese país para desestabilizar región pic.twitter.com/tOgGtntVIs
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) August 2, 2024
En un comunicado emitido el miércoles por la Cancillería, Cuba denunció “los intentos irresponsables de recurrir a la violencia y la desestabilización, con el objetivo de producir un golpe en Venezuela”, en referencia a los disturbios promovidos por la extrema derecha venezolana con el fin de boicotear el triunfo de Maduro en las urnas.
“Denunciamos que, con el pretexto de no reconocer los resultados oficiales del proceso electoral, … se estimule irresponsablemente el regreso a la etapa del uso de la violencia y la desestabilización para propiciar un golpe contra los poderes del Estado que derroque al gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela”, subrayó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.
En tal sentido, Cuba ha cuestionado la complicidad de “actores internacionales con sectores de la oposición interna”, en desconocimiento de los poderes del Estado venezolano.
El CNE de Venezuela ratificó este viernes el triunfo del mandatario Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio. El candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico ha obtenido un total de 6 408 844 votos, equivalentes al 51,95 por ciento, de acuerdo con el segundo boletín oficial emitido por el ente comicial.
Con el 96,87 por ciento de trasmisión de resultados, el abanderado de la opositora Plataforma Unitaria, Edmundo González, obtuvo el respaldo de 5 326 104 votantes, para 43,18 puntos porcentuales.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos reconoció el jueves al candidato de la extrema derecha venezolana como ganador de los comicios presidenciales en Venezuela, postura a la que se han sumado otros países de la región.
“Edmundo González Urrutia obtuvo la mayor cantidad de votos en esta elección por un margen insuperable. Observadores independientes han corroborado estos hechos, y este resultado también fue respaldado por encuestas a boca de urna y conteos rápidos el día de las elecciones”, reza un comunicado publicado por la oficina del secretario de Estado, Antony Blinken.
Otros gobiernos como los de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay han secundado a Estados Unidos, y además de desconocer el triunfo del presidente Nicolás Maduro en la contienda electoral, atribuyeron la victoria a González, representante del sector más radical de la oposición en Venezuela.
Ante este escenario, el mandatario venezolano ha defendido el papel del sistema de justicia, en particular del Tribunal Supremo de Justicia, para dirimir el contencioso electoral presentado a propósito de los resultados de los recientes comicios presidenciales.
Asimismo, ha acusado al gobierno estadounidense de estar a la cabeza de un intento de golpe de Estado contra su país que pretende instalar un “Guaidó 2.0”, en referencia al dirigente opositor Juan Guaidó, quien en enero de 2019 se autoproclamó presidente encargado del país sudamericano, con apoyo de Washington y sus aliados internacionales.
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