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Los científicos pudieron obtener grafeno, un material compuesto por la agrupación de átomos de carbono que se posicionan hexagonalmente. A su vez, es más duro que el diamante y está floreciendo en varias industrias
Científicos de la Universidad James Cook (JCU) de Australia han encontrado la forma de reciclar rápidamente microplásticos perjudiciales para el medio ambiente con el objetivo de convertirlos en grafeno, un material considerado clave para la industria del futuro.
El profesor de la JCU Mohan Jacob explicó que los microplásticos “son conocidos por su naturaleza no degradable e insoluble en el agua y representan una amenaza creciente para los peces, los animales y los seres humanos”. En ese sentido, su colega, el doctor Adeel Zafar, advirtió que, una vez en el agua, terminan integrándose en las cadenas alimentarias de la fauna marina y de los humanos.
Además, el reciclaje de microplásticos enfrenta grandes desafíos, ya que los procesos de separación requieren de mucha mano de obra y sus costos son altos, a su vez que tienen una alta demanda, destacó Zafar.
¿Cómo se llegó al resultado?
En ese contexto, el equipo se propuso obtener grafeno, un material de carbono de un átomo de espesor que es más duro que el diamante, a partir de botellas trituradas. Para llegar a su objetivo se utilizó una nueva técnica de síntesis de plasma de microondas a presión atmosférica.
Como resultado, aproximadamente 30 miligramos de desechos de plástico produjeron casi 5 mg de grafeno en un minuto.”Esta tasa de producción es notablemente mayor que la lograda anteriormente y ofrece una alternativa más simple y respetuosa con el medio ambiente a las técnicas actuales”, indicó Zafar.
Además, expresó que la investigación, publicada el 7 de agosto en la revista Small Science, marca un hito importante en el campo. El uso del grafeno, 200 veces más fuerte que el acero y cinco veces más liviano que el aluminio, está floreciendo en varias industrias, como en la de las baterías para coches eléctricos.
El material del futuro
El producto podría usarse para varias aplicaciones, incluida la fabricación de varios sensores y la purificación del agua, en parte mediante la absorción de sustancias perfluoroalquiladas, también conocidas como los ‘químicos eternos’.
“La investigación no solo es pionera en un enfoque novedoso para la síntesis de grafeno, sino que también contribuye al objetivo más amplio de mitigar los efectos adversos de la contaminación por microplásticos en nuestros ecosistemas”, concluyó Jacob.