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Fumio Kishida sostiene que su renuncia es “el primer paso” para demostrar que su partido “cambiará”.
El impopular primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció este miércoles que no se presentará a la relección por el liderazgo del Partido Liberal Democrático (PLD) en septiembre, lo que significa que abandonará su puesto frente al Gobierno, informan medios locales.
En una rueda de prensa, Kishida destacó la necesidad de “mostrarle a la gente” en las próximas elecciones que su partido “cambiará”. “Son importantes unas elecciones transparentes y abiertas, y un debate libre y abierto. El primer paso fácil de entender para demostrar que el PDL cambiará es que yo dé un paso atrás”, declaró.
Kishida enfrenta los índices más bajos de popularidad desde su llegada al poder, en octubre de 2021. Según una encuesta publicada en julio por Nikkei, solo un 25 % de los japoneses aprueba su gestión, mientras un 67 % la desaprueba. Gran parte del descontento está vinculado, entre otras cosas, al elevado costo de vida.
Aparte de ello, a finales del año pasado, el partido gobernante se vio envuelto en un escándalo de malversación de millones de yenes de los fondos recaudados por su facción más grande, que posteriormente fue disuelta. Así, tanto el apoyo al PDL como a Kishida se desplomó.
El ganador de los comicios del próximo mes reemplazará a Kishida como líder del partido y será elegido primer ministro en una votación parlamentaria poco después. Entre los posibles candidatos para suceder al primer ministro se encuentran varios altos dirigentes del PLD, incluido el secretario general, Toshimitsu Motegi; el ministro de Transformación Digital, Taro Kono; la titular de Seguridad Económica, Sanae Takaichi; y la de Exteriores, Yoko Kamikawa.