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De manera inesperada, el expresidente Mauricio Macri apoyó al libertario.
El presidente de Argentina, Javier Milei, confirmó que vetará la reforma que aprobó el Senado para aumentar 8,1 % los ingresos de los jubilados y pensionados, y que representó un duro descalabro para su proyecto político.
“El veto va a ser total“, advirtió el mandatario este viernes en una entrevista con el canal oficialista La Nación+, en medio del revuelo que causó la votación en el Senado y que coronó una semana de varias derrotas parlamentarias consecutivas para el Gobierno.
La víspera, la Oficina de la Presidencia ya había emitido un comunicado en el que acusó que la ley tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno.
“El presidente se comprometió con los argentinos a sostener el superávit fiscal a toda costa y así lo hará”, aseguró un boletín en el que el Gobierno atacó a los legisladores que validaron una iniciativa que ya había sido aprobada en la Cámara de Diputados.
“El Congreso Nacional, en un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que implicaría necesariamente que el Gobierno vuelva a caer en las viejas prácticas de la emisión monetaria, el aumento de impuestos, o el endeudamiento, que son las mismas recetas que nos han llevado al fracaso durante los últimos 100 años”, explicó.
Esta ley, agregó, implica un gasto adicional del 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que obliga al Estado a contraer deuda que deberán pagar en el futuro los jóvenes argentinos que hoy son mayoritariamente pobres.
“Resulta paradójico que la clase política se acuerde de los jubilados hoy y no durante el gobierno de Alberto Fernández y de Sergio Massa. Solo en su último año, los haberes cayeron más del 30 % acompañado de una suba sideral del gasto público. Mientras acusan a este Gobierno de licuar a los jubilados, desde enero las jubilaciones han aumentado un 5 % en términos reales mientras bajamos el gasto y destruimos la inflación”, aseguró con cifras que son cuestionadas en su veracidad por diversos economistas.
“Tenemos plena conciencia de que la clase política quiere forzar al Gobierno a oponerse a esta medida demagógica para anotarse una victoria política, pero como el presidente de la nación ha dicho en innumerables oportunidades, nosotros preferimos decir una verdad incómoda a una mentira confortable”, advirtió.
Críticas
El proyecto sancionado con la anuencia de todos los partidos políticos, añadió, es “una estafa moral, un acto de demagogia populista y una irresponsabilidad fiscal”, y por ello será vetado por un Gobierno que no tiene miedo de pagar los costos.
“Confiamos en que los que durante años se han amparado en el cambio no se presten al juego de quienes quieren destruir el programa económico del Gobierno”, señaló en un mensaje directo al partido Propuesta Republicana (PRO), del expresidente Mauricio Macri, y cuyos diputados y senadores fueron aliados de Milei desde que comenzó su Gobierno, pero esta semana por primera vez votaron en contra de sus iniciativas debido a los conflictos que hay entre ambos líderes.
“Es tiempo de que la dirigencia política elija de qué lado quiere estar: del lado de los que queremos una Argentina distinta luego de décadas de fracaso, o del lado de los extorsionadores que utilizan la política para su propio beneficio personal”, señaló el escrito del Gobierno.
Este viernes, Macri sorprendió al apoyar el veto de Milei, ya que él mismo les había dado instrucciones a los senadores de su partido para que votaran a favor de la reforma jubilatoria que el Gobierno rechazaba.
“La mayoría de los senadores que ahora expresan su preocupación por los ingresos de los jubilados son los mismos que se opusieron con vehemencia al cierre y venta de empresas del Estado deficitarias y llenas de corrupción”, afirmó Macri en un mensaje que desconcertó porque implicaba críticas a sus propios legisladores que habían obedecido su estrategia parlamentaria.
También se refirió a los senadores peronistas, a los que acusó que haber aprobado con anterioridad “la apertura indiscriminada de universidades públicas” que se convirtieron en una “fuente de despilfarro y fachadas para el clientelismo y una corrupción fenomenal” que aportó al deficit que empobreció al país.
“Ya no se puede discutir más la necesidad del equilibrio fiscal. Por el bienestar de nuestros jubilados y los nietos de los jubilados, apoyo el veto del presidente Milei”, señaló.