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La experiencia de Suzanne Hayes constituye un ejemplo de una tendencia más amplia según la cual cada vez son más los jóvenes estadounidenses que no pueden permitirse el lujo de alquilar y comprar una vivienda.
Los elevados precios de los alquileres y el alto costo de la vida obligaron a una mujer de Connecticut a mudarse junto con sus dos hijos de un piso a un hotel, informa Business Insider.
Suzanne Hayes, madre de una chica y un chico adolescentes, tenía un contrato de alquiler mensual en su anterior casa cuando el propietario les dio un preaviso de 30 días para que se marcharan, cuenta la propia afectada.
Hayes buscó otras viviendas de alquiler, pero el precio superaba lo que podía pagar. Como afirma, el alquiler de un piso de dos y tres habitaciones oscilaba entre 2.700 y 3.000 dólares al mes.
“Los precios eran escandalosos y se salían de mi presupuesto. Cuando por fin encontré un lugar que me hizo sentir positiva, me denegaron la solicitud porque mi crédito era insuficiente”, señala la mujer.
Más tarde encontró una habitación de hotel de dos dormitorios que cuesta 2.200 dólares al mes e incluye todos los servicios y comodidades del hotel.
Un problema que afecta por igual a jóvenes y mayores
Según Fox News, el elevado coste de los alquileres y la falta de esperanzas de ahorrar lo suficiente para permitirse comprar una casa está obligando a muchos estadounidenses a optar por opciones de vida alternativas.
“La historia se suma a la lista de situaciones de vida poco convencionales que la clase trabajadora de Estados Unidos tiene que afrontar para llegar a fin de mes”, reporta la publicación.
Además, se informa que el problema ha afectado en cierta medida a las personas mayores, obligando a muchas de ellas a abrir sus casas a quienes buscan reducir sus gastos de manutención.
