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Tales proyectiles de precisión le proporcionarían a Kiev un importante incremento en el alcance de sus operaciones contra las fuerzas rusas.
El Gobierno estadounidense está “abierto” a suministrar a Ucrania misiles de crucero aire-tierra de largo alcance, que dotarían a su Fuerza Aérea de una munición más potente y remota que la ya existente en su arsenal, según informa Político al citar a fuentes gubernamentales.
Se trata de misiles AGM-158 JASSM, cuya versión original tiene un alcance de 370 kilómetros y porta una ojiva de 450 kilogramos. La versión extendida del misil es capaz de alcanzar objetivos a 926 km de distancia.
Aunque todavía no se ha tomado una decisión final en el asunto, la administración Biden está despejando el camino hacia potenciales entregas: eliminar trabas para el suministro de tecnologías sensibles y asegurarse de que los cazas a disposición de la Fuerza Aérea ucraniana sean capaces de lanzar ese tipo de misil.
El Pentágono rechazó comentar si ha aprobado ya la entrega de este modelo de misiles, diciendo que no tiene a ese respecto información que proveer. Sin embargo, el Departamento de Defensa se ha mostrado abierto a las sugerencias sobre el envío de los misiles, dado que Rusia ha sido eficaz en la defensa contra algunas otras armas de precisión estadounidenses, señala el medio.
Los JASSM le darían a Ucrania un importante aumento en alcance de fuego, sostiene Politico. El medio señala que no se espera que los F-16 donados a Kiev este verano por países europeos vuelen cerca de las líneas rusas, por miedo a ser derribados.
Desarrollados por Lockheed Martin e incorporados a comienzos de la década 2000, los JASSM han sido utilizados por EE.UU. en combate solo en contadas ocasiones y únicamente los han compartido con un puñado de aliados.
Ucrania ya cuenta con misiles de lanzamiento aéreo y terrestre suministrados por EE.UU., el Reino Unido y Francia, con alcance de casi 320 km, pero su eficacia ha estado limitada por las restricciones impuestas para su uso contra el territorio de Rusia.
Kiev y un grupo de congresistas proucranianos han estado presionando a la Administración Biden para que levante esos controles, que oficialmente solo permiten el uso de estas armas contra objetivos militares en zonas rusas cercanas a la frontera.