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Una asociación de protección de animales critica el programa público de capturas de osos, al que califican de peligroso para los animales.
La Consejería de Medio Rural y Política Agraria del Principado de Asturias, región del norte de España, ha aplicado la eutanasia a un oso parapléjico rescatado en el municipio de Somiedo el pasado lunes.
A través de un comunicado, la oficina explicó que las pruebas veterinarias realizadas al animal, un macho de avanzada edad, revelaron que tenía dañadas las vértebras lumbares y la médula espinal, por lo que el plantígrado no podía mover las extremidades posteriores y tenía incontinencia urinaria.
Según el equipo de expertos que atendió al oso, “la paraplejía originada por las lesiones del oso era irreversible e incompatible con un estado de bienestar mínimamente aceptable para un animal silvestre”, por lo que se le aplicó la “eutanasia compasiva”, con el fin de evitar un sufrimiento innecesario.
Ahora, el cuerpo del oso se someterá a una necropsia urgente en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Sobrescobio, donde ya ha sido trasladado, para investigar el origen de las lesiones que sufría.
El sacrificio se produce después de que, el miércoles pasado, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) –una asociación sin ánimo de lucro para la conservación de la naturaleza– presentara una denuncia ante la Fiscalía para que se confirme si el animal formaba parte del proyecto de captura de osos que el Gobierno Regional de Asturias implementa en esa zona.
La ONG también pide nuevos exámenes, al asegurar que no sería la primera vez que, luego del rescate de un oso herido, se justifique su muerte por causas naturales y se proceda a la destrucción inmediata de sus restos.
En esa línea, se recuerda el caso del oso ‘Cachou’, que apareció muerto en las montañas y la administración dijo inmediatamente que había sido por causas naturales. Sin embargo, la acción de entidades de conservación natural permitió abrir una investigación que determinó que el animal había sido envenenado.
Por ese caso están pendientes de juicio un consejero de Medio Ambiente y un funcionario, acusados de envenenar al animal.
Además, Fapas denuncia que el sistema utilizado para la captura de los osos mediante trampas, denominado Culvert, es peligroso. El dispositivo posee una pesada guillotina que, en caso de fallo, puede ocasionar graves lesiones a los animales.
La necropsia a la que se someterá al ejemplar recién eutanasiado podría arrojar luz sobre el origen de las lesiones, para determinar si eran preexistentes o se produjeron tras la captura.
El programa del Gobierno de Asturias justifica la iniciativa de capturas como un programa para evitar daños o alejar a los osos de las poblaciones. Sin embargo, desde Fapas se cuestiona este objetivo.