El desgaste del nuevo gobierno en Guatemala se empieza a materializar en apenas seis meses, luego de asumir el poder.
Una encuesta de la internacional Cid Gallup ubica al presidente de Guatemala entre los primeros cuatro presidentes con mayor aceptación a nivel latinoamericano, eso sí, en enero contaba con un 70% de aprobación, en mayo su nivel de aceptación es del 54%, las bancadas en el congreso que lo apoyaban han empezado a tomar distancia incluso a criticarlo, dos ministros ya han sido removidos y una bancada pide la destitución de un de los funcionarios más importantes del presidente.
Pero las mayores críticas están relacionadas con una ampliación presupuestaria sugerida por el ejecutivo por medio del Ministerio de Finanzas públicas y que pretende mayor inversión pública en todo el país, la petición es de más de dos mil millones de dólares que se podrían financiar con bonos del tesoro y deudas con bancos extranjeros.
Mientras, en el congreso las opiniones son variadas, algunos creen oportuno estudiar bien las propuestas, mientras otros anticipan que no apoyarán la petición.
El ejecutivo confía en que las negociaciones en el pleno del congreso puedan dar resultados y se amplíe el presupuestó, que en general va destinado a mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos.
Al menos 5 centavos de cada dólar que fue solicitado ya tiene destino aseguró el ministro de finanzas, entre ellos un reajuste a la universidad estatal y a los comités de desarrollo local en las áreas rurales del país.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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