El presidente de Rusia ha asegurado que sus soldados darán una “respuesta digna” a la ofensiva lanzada por las fuerzas ucranianas en la provincia rusa de Kursk.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha sostenido reuniones con altas autoridades militares del país, incluido el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Gerasimov, quien no descartó la posibilidad de nuevos ataques ucranianos en la región fronteriza.
“El enemigo seguirá intentando desestabilizar la situación para sacudir la escena política interna de nuestro país”, ha indicado, añadiendo que las fuerzas rusas “deben estar preparadas” para nuevos ataques, especialmente en la región de Briansk.
En este sentido, ha insistido en que el objetivo principal en este momento es “expulsar a los enemigos” y “garantizar” la seguridad de las fronteras.
Putin ha dicho también que la nueva ofensiva de Kiev tiene como objetivo detener el avance de las fuerzas rusas hacia la región del Donbás.
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia emitió una alerta por terrorismo durante el fin de semana en las regiones fronterizas de Bélgorod, Briansk y Kursk, que han sido afectadas por la incursión ucraniana.
En febrero de 2022, Rusia inició una operación militar especial en el este de Ucrania, con los objetivos declarados de proteger a la población de la región del Donbás de los ataques de las fuerzas ucranianas, y garantizar la neutralidad, la desmilitarización y la “desnazificación” del régimen de Kiev.
El Gobierno ruso ha planteado una propuesta de paz que incluye la retirada completa de las tropas ucranianas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporiyia y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022), y que se reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como parte de la soberanía de la Federación Rusa.
eaz/ctl/rba
