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Pese a las advertencias de Londres sobre las supuestas actividades espaciales de Moscú y Pekín, Rusia ha manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo a cualquier acción militar en el cosmos.
La Fuerza Aérea británica planea construir una estación satelital para hacer frente a las “insensatas” amenazas espaciales de Rusia y China, así como para proteger las redes esenciales de comunicación y navegación del país. Las instalaciones estarán situadas en la base aérea de Cawdor Barracks, en el suroeste de Gales.
El secretario de Defensa, John Healey, explicó que la nueva Capacidad Avanzada de Radar del Espacio Profundo (Darc) permitirá a Londres no solo ampliar sus conocimientos sobre el espacio, sino también proteger sus activos espaciales junto con sus socios más cercanos, informa The Telegraph este jueves.
El proyecto fue anunciado por primera vez hace tres años. Mike Wigston, entonces mariscal en jefe de la Fuerza Aérea, afirmó que saber lo que pasa en el espacio es una prioridad nacional, además de advertir de “pruebas irresponsables e imprudentes por parte de Rusia y China”.
Rusia, sin embargo, ha manifestado en repetidas ocasiones estar en contra de cualquier tipo de acción militar en el espacio y está comprometida con el mantenimiento de la paz en el cosmos.
Este año, Moscú propuso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una resolución que llama a todos los países a tomar medidas urgentes para impedir la amenaza o el uso de la fuerza en el espacio exterior, incluyendo la prohibición del despliegue de armas desde el espacio contra la Tierra y desde la Tierra contra objetos en el espacio exterior.
De los 15 miembros del Consejo de Seguridad, siete países, incluidas Rusia y China, votaron a favor de la adopción del documento, mientras que otros siete se opusieron (entre ellos EE.UU, Francia y Japón) y Suiza se abstuvo. El Consejo no logró un consenso y la resolución no fue aprobada.